lunes, 3 de mayo de 2021

Vean: Usa @RicardoMeb un alegato contra los pobres para defender al padrón de celulares (cc @rosaicela_)

Por Victor Hernández

El subsecretario de seguridad pública federal, Ricardo Mejía Berdeja, usó un alegato contra la gente pobre para defender al inconstitucional registro de datos de usuarios de teléfonos celulares.

Según Mejía, las telefónicas se oponen al registro de datos de usuarios de celulares porque no quieren abandonar el modelo de prepago.

Se fué más lejos diciendo lo siguiente: “el corazón de la oposición es el modelo de prepago”.

Lo cual es falso. Los que más usan el modelo de prepago son la gente de menor ingreso, ya que no les alcanza para pagar un plan mensual.

Habemos también quienes no necesitamos un plan mensual porque simple y sencillamente no usamos el celular muy seguido.

O sea que Mejía Berdeja pretende joder a los que tienen menos ingreso, ya que eliminar el sistema de prepago equivale a eliminar el acceso de la gente pobre a telefonía celular e internet.

¿No que primero los pobres?

Mejía Berdeja también pretendió defender al padrón de usuarios de celular con números que son en realidad una falacia. Dijo:

“9 de cada 10 llamadas de extorsión salen de números prepago y hay casos en la Comisión Nacional de Secuestro de más de 25 tarjetas SIM. En los operativos que realiza la Guardia Nacional, Sedena, Marina están ramilletes de teléfonos prepago y tarjetas. Es el arma y el prepago los que están utilizando estos delincuentes”.

Vamos a analizar esto con números fríos:

 En 2020 se registraron en Méxco cerca de 8 mil extorsiones telefónicas.

Vamos a suponer que se trata de 8 mil extorsionadores en todo el país. No es el caso ya que un extorsionador puede hacer múltiples llamadas, pero para fines de argumentación vamos a suponer que son 8 mil.

Si ese es el caso, y cada extorsionador tiene un ramillete de 25 tarjetas SIM, entonces en total se pudieron haber usado usado 200 mil tarjetas SIM. Que tampoco es el caso, ya que sólo se usaron hasta 8 mil tarjetas SIM. según los propios números del gobierno federal.

Pero vamos a suponer que 200 mil tarjetas SIM estaban disponibles para cometer delitos. Según cifras recientes hay 86.5 millones de usuarios de celular en México. Eso quiere decir que sólo 0.2% de las tarjetas SIM en el país se podrían usar potencialmente para cometer delitos.

De nuevo: La cantidad en realidad es MENOR, pero estamos poniendo los números más inflados para satisfacer los alegatos de Mejía Berdeja.

Lo cual querría decir que por un uso indebido de 0.2% de las tarjetas SIM que hay en México, tienen que pagar con medidas draconianas, dictatoriales e inconstitucionales la totalidad de los mexicanos. Por 8 mil delincuentes tienen que pagar vulnerando su privacidad 86.5 millones de mexicanos.

¿Qué clase de jalada es esa? ¿Por qué el gobierno de Andrés Manuel López Obrador nos quiere tachar de criminales en potencia a 86.5 millones de mexicanos por los delitos que no ha sido capaz de resolver con la "inteligencia" que alegaba que iba a usar para reemplazar al CISEN?

¿De verdad no son capaces de detener a menos de 8 mil delincuentes?

Ya hemos dicho en esta columna cómo se puede resolver el problema pero lo vamos a repetir: Para detener a extorsionadores con celular, se obliga a las telefónicas a recolectar datos de las torres de transmisión de celulares en tiempo real y se establece un código para que las víctimas de extorsión lo marquen durante la llamada y de esa manera se alerte a las autoridades de que está ocurriendo el delito. Con la información de las torres de transmisión se ubica al celular con el que se comete el delito y se procede a establecer un cerco de vigilancia en la zona.

Ahora bien, lo único que va a pasar si se establece el registro de usuarios de celular es que los extorsionadores van a contratar a algún achichincle para comprar las SIM y luego las van a usar ellos. Si detienen al achichincle, el achichincle va a decir que le robaron el celular y punto.

En otras palabras, para frenar el delito NO va a servir el registro de celulares.

Por lo cual insisto: El alegato de Mejía Berdeja no se sostiene. Es un alegato CLASISTA y contra los pobres. Sus propios números no defienden la necesidad de un padrón de usuarios de celular.

Y la verdad, eso va completamente en contra de lo que se supone que debería ser la 4T: Primero los pobres y prohibido prohibir.



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