Debido a una fuerte lluvia ayer se inundó Polanco, una de las zonas más adineradas del DF, ya que se colapsó el drenaje.
La inundación hizo además que se tuvieran que cerrar estaciones del Metro, incluyendo la estación Auditorio, sobre Reforma, y el precio del Uber se disparó a casi 450 pesos por un viaje que normalmente cuesta alrededor de 60 pesos.
@Uber_MEX en serio? De Polanco a Narvarte en $446 !! @CDMX_Semovi quien regula estas absurdas tarifas? @julioastillero #CDMX pic.twitter.com/RzoTTlEwUY
— Joyci (@JoseYCibeles) June 29, 2017
Y eso sin mencionar que de plano no se podía circular en algunas partes de Polanco porque el agua llegaba hasta el motor.
Desde luego, no faltaron las mentadas de madre contra el Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, reclamándole por las inundaciones. Que si por qué no se ha hecho nada por la infraestructura del drenaje en Polanco, etc.
El detalle es que eso no le corresponde al gobierno central. Le corresponde al gobierno delegacional. Es decir, los reclamos deberían ser para Xóchitl Gálvez, Jefa Delegacional panista de Miguel Hidalgo, delegación en la que se encuentra Polanco, y quien en fechas recientes no tiene inconveniente en ir a echar el chisme y la chorcha con Claudia Sheinbaum en vez de hacer su chamba.
Ahora bien: Varios residentes de Polanco se pusieron de mamones hace unos días y se opusieron a la Línea 7 del Metrobús, que correría por Reforma y pasaría justamente por Polanco. Por lo menos hasta la fuente de Petróleos. Es decir, por lo menos por una de las estaciones del Metro que cerraron por las inundaciones: la estación Auditorio.
Si la L7 del Metrobús estuviera funcionando en este momento, muchos de los que se quedaron varados en Polanco porque no había Metro, o porque el Uber les cobraba 450 pesos, hubieran podido salir usando la L7 del Metrobús y transbordar en la Alameda a la Roma o a Narvarte. Todo por módicos 6 pesitos.
Pero no: para algunos es más fácil oponerse al Metrobús, quejarse por el drenaje cuando antes nunca se quejaban (nomás se quejan cuando pasa algo), y desde luego no admitir que la cagaron al ponerse de mamones contra el Metrobús.
Síganle así, campeones. Ahí la llevan. Total, Polanco se convertiría en el Nuevo Xochimilco y sería una nueva atracción turística, supongo.
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