El lunes 13 de febrero Reforma publicó que Ricardo Monreal dijo por tercera vez que quiere que el Instituto Electoral del DF organice una consulta revocatoria de su mandato.
¿Por qué por tercera vez? Porque el IEDF ya le dijo dos veces que no hay legislación para que se haga una consulta a petición de un gobernante.
Lo que se estableció en la Constitución del DF es que se puede organizar una consulta revocatoria del mandato si 10% de la población la pide. Y sólo es vinculatoria si por lo menos el 40% de los ciudadanos votan.
Encima de eso, la nueva Constitución entra en vigor hasta septiembre de 2018, por lo cual legalmente no hay manera de que el IEDF organice una consulta revocatoria de mandato a petición de Monreal.
¿Por qué sigue insistiendo Monreal entonces en que el IEDF haga la consulta? Pues porque Monreal NO quiere que haya consulta revocatoria de mandato.
Si Monreal de verdad quisiera que hubiera consulta revocatoria de mandato, simplemente tendría que lo mismo que hizo AMLO para consultar si revocaba su mandato o no: hacer una consulta por su cuenta y atenerse a los resultados.
O podría hacer lo que hizo Marcelo Ebrard cuando organizó la consulta petrolera en 2008: poner sus propias mesas de votación y asunto arreglado.
Pero Monreal no lo hace porque sabe que los vecinos de Cuauhtémoc lo quitarían del cargo.
Votarían contra él todos los del PRD; todos los del PAN; Todos los del PRI; y los de Morena que apoyan a Martí Batres o a Claudia Sheinbaum para Jefes de Gobierno. Y Monreal lo sabe.
Es por eso que Monreal nadamás se hace pendejo con la revocación de su mandato. Porque sabe que perdería y sus aspiraciones de ser candidato a Jefe de Gobierno se irían al caño.
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