Ayer por la mañana la diputada perredista Purificación Carpinteyro dio a conocer que ella y la diputada panista Beatriz Zavala ya estaban rumbo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para presentar la acción de inconstitucionalidad contra la Ley Televisa cuando Zavala recibió una llamada del ex coordinador del PAN en San Lázaro -y estrella del Escort-gate- Luis Alberto Villarreal, aparentemente para disuadirla de firmar la acción de inconstitucionalidad que hubiera echado abajo la Ley Televisa.
Tres minutos después, dijo Carpinteyro, los diputados panista que ya habían dicho que sí firmaban se echaron para atrás.
Por la tarde, Zavala difundió un comunicado diciendo que no le llamó Villarreal.
"No recibí llamada alguna del diputado Luis Alberto Villarreal, ni mucho menos me dio instrucciones para el retiro de firmas en el marco de la acción de inconstitucionalidad", dijo en el comunicado Zavala.
Lo cual resulta francamente ofensivo a la inteligencia por parte de Zavala.
Primero porque claramente está protegiendo a Villarreal, quien acaba de perder en papel la coordinación de la bancada panista por el Escort-gate pero en los hechos sigue siendo que mangonea a la bancada.
Y segundo porque francamente resulta imposible creer que Carpinteyro no hubiera sabido quién le llamó a Zavala siendo que estaba frente a ella.
De pilón, Zavala de plano dijo una mentira en su comunicado:
"Cada diputado es libre de actuar y firmar o no, según sea su decisión."
Eso es una mentira porque resulta inverosímil que los diputados panistas que ya habían dicho que sí firmaban, de repente y uno tras otro digan que siempre no.
Eso no pasa a menos de que alguien les haya tirado línea.
Con lo cual tenemos que al final fue el PAN en la Cámara de Diputados el que se rajó de firmar la acción de inconstitucionalidad de la Ley Televisa, con lo cual ahora la televisora de Emilio Azcárraga quedará impune por tener dominancia en televisión de paga, con casi 60% del mercado.
Además quedará impune el gobierno federal priista por espiar a los mexicanos y violar su derecho a la privacidad con rastreos satelitales y guardando sus datos personales sin orden de un juez.
La última esparanza que quedaba para echar abajo la ley Televisa por ser claramente inconstitucional era que el IFAI solicitara acción de inconstitucionalidad, pero por lambiscones con Peña Nieto no lo quisieron hacer.
El InfoDF interpuso una acción de inconstitucionalidad pero la SCJN la rechazó alegando que al ser un órgano local de transparencia, sólo puede impugnar leyes locales del DF, no federales.
Así que la próxima vez que se quejen de las acciones monopólicas de Televisa, a quien le tienen que agredecer es al PAN y al PRI en San Lázaro.
Recuérdenlo la próxima vez que vayan a las urnas.
PD: También son culpables los chuchos en el Senado, ya que 10 de los 21 senadores del PRD no quisieron firmar la acción de inconstitucionalidad por orden de Miguel Barbosa, senador de Nueva Izquierda. Recuérdenlo para no votar por ellos si pretenden cualquier otro cargo público.
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