Son dos las formas en las que privados y trasnacionales robarán el petróleo de los mexicanos gracias a las leyes secundarias de la reforma energética impuestas por el PRIAN. Ambas están en la Ley de Ingresos Sobre Hidrocarburos.
La primera tiene que ver con los contratos de producción compartida, con los cuales se les entregaría petróleo directamente a las trasnacionales en pago por extraerlo.
En teoría, a los privados se les entregaría el equivalente a la mitad del petróleo que extraigan. Es decir, México pierde la mitad de su petróleo.
En sí eso ya es un robo, pero el robo empeora si consideramos lo siguiente:
De acuerdo con Reforma, los contratos de producción compartida prevén la "recuperación de costos" y una "contraprestación" que será remanente de la utilidad operativa después de pagar cuotas al Estado.
Esto quiere decir que no sólo se le pagará entregará el 50% del petróleo que extraigan los privados, sino además otro porcentaje adicional para que recuperen lo que les costó extraer el petróleo.
El problema es que las trasnacionales como Exxon inflan sus costos de producción para pagar menos regalías.
Esto se documentó en la revista Newsweek en octubre de 2013. Para no pagar regalías completas por uso de tierras para extraer petróleo, Exxon infla sus costos de producción para poder decir mira, tuvimos muchos gastos y por eso la ganancia que quedó fue muy poca y por eso te vamos a pagar porquito.
Esto fue lo que dijo Newsweek:
"En negocios territoriales privados, muchos terratenientes cuestionan si el nivel de regalías es justo, señalando que varias empresas de petróleo y gas muchas veces deducen varios costos escondidos y pagan una regalía neta en vez de pagar una regalía en bruto. "Es a lo que le llamo la tarifa de regalía de contabilidad-Exxon, porque después de deducir todo tipo de costos desconocidos, esa es nuestra regalía", dijo Flynn (un terrateniente cuyas tierras fueron serían concesionadas a Exxon).
...
"Si yo le estuviera asesorando como abogado a alguien que busca negociar a nivel privado una (concesión de tierras), nunca les permitiría aceptar la regalía."
Dicho de otro modo; supongamos que la trasnacional extrae 100 barriles de petróleo. El contrato establece que se le debe pagar 50 barriles de petróleo, ya que esos es por el 50% de la producción.
Pero entonces la trasnacional, inflando sus costos de producción, puede decir, "bueno, es que extraer ese petróleo me costó el equivalente a 10 barriles más."
El detalle es que extraer petróleo cuesta 6 dólares por barril. Es decir, apenas 6% de lo que cuesta un barril de petróleo.
De esa forma, México le tendría que pagar 60 barriles de petróleo a la trasnacional y quedarse sólo con 40%. La mayor parte del petróleo mexicano quedaría en manos de las trasnacionales y privados a pesar de que en realidad extraer petróleo cuesta 10 veces menos.
Sería un robo en despoblado de la mayor parte del petróleo mexicano.
Pero hay más. La segunda forma en la que los privados robarán petróleo y gas es por medio del otorgamiento de contrastos de "licencias" para extracción, que es lo mismo que dar concesiones, que es lo mismo que darles la propiedad del petróleo y gas a privados para que se lo vendan al país.
"¡NO ES CIERTO! ¡La Constitución dice que el subsuelo es de la nación!" dirán los priistas y panistas. Pero con esos contratos el PRIAN encontró la manera de sacarle la vuelta a lo que dice la Constitución.
La manera en la que le van a sacar la vuelta es definir en la ley que, en efecto, el petróleo y el gas es de la nación mientras esté en el subsuelo, pero una vez que sale a la superficie por medio de la extracción se convierte en propiedad de la empresa privada que lo extrajo.
De esa forma, los privados y trasnacionales que extraigan petróleo recibirán pagos del Estado por la "transmisión onerosa de los hidrocarburos."
Eso quiere decir que los privados que extraigan petróleo se les COMPRARÁ el petróleo que extraigan ¡como si fuera de ellos! a pesar de que se supone que el petróleo es de la nación.
Pero ahí no para el robo. Como ya mencionamos, extraer un barril de petróleo cuesta 6 dólares, pero los privados no se lo van a vender a 10 dólares al Estado. Se lo van a vender al precio de mercado que es de 100 dólares por barril.
Esto quiere decir que para fines prácticos, la reforma energética equivale a que México tenga que exportar petróleo, ya que estaría pagando a precio de mercado ¡por su propio petróleo! el cual podría extraer Pemex sin darle ni un centavo a privados y trasnacionales.
Pero lo que quiere el PRIAN con la reforma energética no es que mejore México, sino poder robar más.
Hay una manera para detenerlos: firmando las peticiones del PRD y de MORENA para la reforma energética y votando en contra de la reforma energética en la consulta popular de 2015.
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