La revista The Economist publicó el 31 de mayo pasado que la razón por la cual la economía mexicana no crece es por la incapacidad de Enrique Peña Nieto para disminuir la informalidad.
La revista señala que Peña Nieto prometió un nuevo sistema de seguridad social y de cobertura universal de salud que pudo haber mejorado las condiciones económicas del país, pero al final no lo cumplió y además desechó la idea con la complicidad de Luis Videgaray.
No sólo eso; bajo el análisis de The Economist, nisiquiera la reforma energética podría generar crecimiento.
Dice la revista:
"La principal razón del crecimiento económico mediocre de México (el crecimiento anual promedio es de apenas 2.3% desde 1982) es la baja productividad. Y la explicación más posible para su prevalencia es la enorme economía informal de principalmente pequeños negocios no registrados, en la cual trabajan 3 de cada 5 mexicanos."
The Economist indica que la informalidad es generada por los costos de la cuotas del seguro social y por lo rígido de las reglas para liquidar a los trabajadores.
En otras palabras, parte del problema es porque no funcionó la reforma laboral impulsada por el PAN y por el propio Peña Nieto en 2012.
La solución al problema, dice The Economist, sería eliminar el impuesto sobre nómina y establecer un sistema de pensiones y de salud similar al sistema de salud de Inglaterra (en el cual la atención médica es gratuita para todos los ciudadanos) financiados con impuestos generales.
De esta forma, dice la revista, al separar las pensiones y los servicios de salud de los ingresos laborales (eliminando las cuotas de seguro social), y reemplazando las liquidaciones con seguros de desempleo, se le quitaría a los empresarios una fuerte carga financiera y se podría generar un crecimiento adicional de 2 puntos porcentuales al año a la economía.
Hacia el final del artículo, The Economist dice que el gobierno de Peña Nieto le está apostando a la reforma energética para generar un crecimiento de 5 a 6 porciento al final del sexenio con el cual, supuestamente, el PRI podría conservarse en el poder en 2018.
Sin embargo, The Economist advierte que Peña Nieto abandonó la medida más importante que hubiera levantado la economía mexicana. "Ese error puede regresar a cazarlo (a Peña Nieto)".
Y tiene razón The Economist. La reforma energética no sólo le va a quitar ingreso al erario -que se usará para pagar a trasnacionales directamente la renta petrolera y o de plano se les entregará el petróleo- sino que además Peña Nieto no puede prometer crear más de 600 mil empleos en un año, lo cual sigue siendo insuficiente para las necesidades de 2 millones de empleos por año.
Peor; si se llegaran a generar empleos con la reforma energética, serían mal pagados, lo cual mantendría la informalidad.
Encima de eso, ninguna de las reformas de Peña Nieto incentivan la formalidad. Al contrario; al aumentar el ISR para la clase media y eliminar los REPECOS, Peña Nieto desincentivó la generación de pequeñas y medianas empresas, que son las que más empleo generan en México.
Lo cual quiere decir que por mucho que Peña Nieto prometa abundancia con la reforma energética, no será el caso. Se saqueará al país, pero todo seguirá igual, si no es que peor. Y no lo dice la izquierda. Lo dicen analistas de The Economist.
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