Y es que de acuerdo con El Economista, el segundo párrafo del artículo quinto transitorio establece que los concesionarios de radio y televisión o audio restringidos no podrán promocionar videojuegos que no hayan sido clasificados de acuerdo con la normatividad aplicable, misma que deberá ser expedida por el Ejecutivo Federal.
Con lo cual tenemos que la ley secundaria de telecomunicaciones no sólo censura los contenidos de internet a capricho del gobierno y debilita al IFT para quitarle independencia y favorecer a las televisoras, sino que además también censura a los videojuegos.
Y es que en México no existe una clasificación para videojuegos, y la clasificación que normalmente se aplica es la ESRB, de Estados Unidos, la cual es ampliamente conocida por los usuarios de videojuegos.
Por consiguiente, la ley de telecomunicaciones tendría que establecer una calificación para videojuegos y una oficina de calificación.
Es decir, más burocracia simplemente para calificar videojuegos.
Javier Lozano pretende que su ley de telecomunicaciones sea votara en comisiones este viernes.
El PAN, partido en el que milita Lozano, decidió desconocer la iniciativa de Lozano y decidir después su postura respecto a la ley de telecomunicaciones.
Lozano es acusado de incurrir en un conflicto de intereses debido a que su esposa trabaja para Televisa.
De hecho, los senadores del PRI y del PVEM que apoyan la ley de telecomunicaciones son señalados como parte de la telebancada por sus nexos con las televisoras.
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