Ayer empezaron a definir los 11 Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación su postura respecto a la consulta energética que promueve el PRD.
4 de los ministros se declararon por desechar la petición del PRD de que la SCJN defina si se puede o no consultar a la ciudadanía sobre la reforma energética en las elecciones intermedias de 2015. 3 se declararon a favor de que la consulta se realice, pero que sea el IFE el que defina si son válidas las 1.7 millones de firmas recolectadas por el PRD.
Aún tienen que definirse 4 Magistrados. Lo harán el próximo jueves.
Si 2 magistrados votan por el rechazo a la consulta, la petición del PRD se desecha y tendrá que volver a tramitar la consulta con los trámites que se aprobaron en la ley de consulta ciudadana.
Si 3 magistrados votan a favor de la consulta, el trámite pasa al IFE y en el IFE tendrán que darle luz verde a la consulta, la cual se realizaría a la par con las elecciones de 2015.
¿La diferencia? Que el proceso electoral de 2015 empieza en octubre de este año. Y si se le impone más tramitología a la consulta energética, podría no alcanzar el plazo para que se incluya en la boleta electoral de 2015.
De no alcanzar la boleta electoral de 2015, entonces la consulta se tendría que posponer hasta 2018, siguiente elección en la cual se puede hacer una consulta en base al artículo 35 constitucional.
Dudo que 3 de 4 magistrados voten a favor de la consulta. Considero además que si la rechazan será por consigna.
De rechazarse, el PRD deberá usar el rechazo a la consulta como bandera de campaña para 2015 y promover de nuevo la consulta para 2018, ya que el rechazo a la consulta pondría en evidencia lo antidemocrático del régimen priista, que hizo todo lo que pudo para impedir que la gente ejerciera su derecho constitucional a ser consultada sobre temas de relevancia nacional, como lo es la privatización de Pemex.
Pero si por algún inexplicable milagro los Magistrados llegaran a avalar la consulta, entonces el PRD deberá hacer la madre de todas las campañas para impedir que el PRI eche abajo al rechazo a la reforma energética comprando votos. De ganar la mayoría en esa consulta, la izquierda podría ganar también una mayoría nada despreciable en las elecciones intermedias.
Eso sí; los días de la reforma energética, lo quiera o no el PRI, están contados. O se consulta el año que viene, o en 2018. O les dura 6 meses la privatización, o 3 años. Pero no más de eso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario