jueves, 13 de junio de 2013

Ciudadanos empleados como cobayos humanos, avances del biopoder,texto subido por @sladogna,psicoanalista

Escribe Montserrat Mestre: Según acaba de descubrirse en los archivos de la antigua República Democrática Alemana, las mayores compañías farmacéuticas occidentales utilizaban como cobayos humanos a ciudadanos de la Alemania del Este sin su conocimiento, obviamente con permiso de las autoridades.



Algunas de ellas, no era la primera vez que lo hacían:

Hoechst
(fundada en 1863, cerca de Frankfurt, formó parte del ghrupo IG Farben, sus directivos fueron acusados en Nuremberg de probar drogas en los prisioneros de los campos de concentración, desde 2004 forman parte de Sanofi-Aventis), Sandoz (fundada en 1886, con sede en Basilea (Suiza), en 1996 se unió a Ciba-Geigy y fundaron  Novartis), Boehringer (fundada en 1885 em Alemania; hoy parte de Roche);  Bayer (fundada en 1863 an Alemania, era parte de IG Farben, cuyos directivos fueron juzgados en Nuremberg. Los aliados desguazaron el conglomerado, y Bayer reapareció individualmente dirigida por unos de sus antiguos ejecutivos, condenado por crímenes de guerra por el Tribunal de Nuremberg)   y Schering (alemana, fundada en 1851, en 2006 la compró Bayer).

LA VANGUARDIA

Farmacéuticas occidentales usaron como cobayas a 50.000 alemanes de la RDA

Estas personas participaron en experimentos sin su autorización y algunos de ellos murieron a consecuencia de ellos

LA VANGUARDIA: 12/05/2013 - 20:36h
Berlín. (EFE).- Unas 50 clínicas de la extinta República Democrática Alemana (RDA) utilizaron como cobayas a unos 50.000 ciudadanos, que participaron sin su autorización en experimentos humanos para grandes consorcios farmacéuticos occidentales.
Según informa hoy el semanario Der Spiegel, el régimen comunista usó a esas cobayas humanas para estudios relacionados con unos 600 medicamentos por encargo de los laboratorios, desde fármacos para enfermedades cardíacas a quimioterapia.
Algunas de esas pruebas llegaron a provocar la muerte de los pacientes, lo que derivó en la interrupción de los experimentos.
La publicación remite sus informaciones a documentos hasta ahora desconocidos de las autoridades sanitarias de la RDA y de la Stasi, la policía política germanooriental.
Al menos dos pacientes murieron en una clínica del este de Berlín en pleno tratamiento pulmonar con un producto de Hoechst (actualmente en Sanofi).
Otros dos fallecieron en la ciudad de Magdeburgo por otros preparados de Sandoz (ahora integrado en Novartis).
En el reportaje se citan otros casos en la clínica universitaria de la Charité, la mayor del Berlín este, en este caso con preparados de los laboratorios Boehringer (actualmente, en el grupo Roche) con la sustancia dopante Erytropoetina ("Epo").
Bayer, por su parte, experimentó en alcohólicos un preparado para mejorar el riego sanguíneo, sin que quienes lo recibían pudieran discernir sobre su empleo, por encontrarse en situación de delirium tremens.
Spiegel informa de que los consorcios farmacéuticos ofrecían una media de unos 80.000 marcos occidentales por cada uno de esos estudios y que la Charité llegó a recibir de Schering un volumen anual de hasta seis millones de dólares de entonces.
Con ello, los consorcios farmacéuticos occidentales se evitaban los "problemas éticos" que estos experimentos conllevaban fuera del territorio comunista, argumenta el semanario.
En lugar de la autorización del paciente, en la RDA bastaba con la firma del médico de cabecera y un testigo.


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