Hubo varias acusaciones de tuiteros de izquierda contra Marcelo Ebrard por "reprimir" a manifestantes en el Senado.
En realidad la represión fue obra de un sólo policía que llevó un bote de spray pimienta y lo usó sin autorización. En consecuencia, fue castigado por el Secretario de Seguridad Pública del DF, Manuel Mondragón, quien le retiró el mando.
No se trató, por lo tanto, de un ataque ordenado por Marcelo Ebrard. Y si hubiera sido un policía federal, nadie lo hubiera castigado.
Lo que no muchos saben es que la policía del DF está subordinada al gobierno federal en algunas situaciones. Dice el reglamento de la SSP del DF:
Artículo 8°.- El Secretario, ejercerá sus atribuciones por si o por conducto de las unidades administrativas y policiales adscritas a la Secretaría y, además de las establecidas en la Ley Orgánica y el Reglamento Interior para los titulares de las Secretarías, tiene las siguientes:
XI. Proporcionar al Presidente de la República cuando lo solicite, información sobre la situación que guarde la fuerza pública a su cargo, así como cumplir las instrucciones que éste dicte, en los casos señalados en el Estatuto;
Artículo 22.- Corresponde al Presidente de la República el mando de la Policía, en los términos previstos en el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal.
Artículo 26.- En la administración general de la seguridad pública, la Policía tendrá las siguientes atribuciones:
VIII. Actuar en coordinación con otras instituciones de seguridad pública e instancias de gobierno, federales, estatales o municipales, cuando las necesidades del servicio lo requieran;
Est quiere decir que si al gobierno federal se le ocurre ordenar dispersar manifestantes, la policía del DF lo tendría que hacer y Marcelo Ebrard estaría atado de manos por la ley.
No hay que perder eso de vista porque muchas veces se olvida que quien realmente ordena la represión no es el GDF, sino el gobierno federal panista.
El problema es que quien termina pagando las consecuencias es el Jefe de Gobierno del DF.
Hay que ser justos y tomar en cuenta que, lamentablemente, el DF aún no es un estado, y que el gobierno federal tiene el poder, por ejemplo, para quitar a su antojo al jefe de la policía.
Que fue precisamente lo que pasó con Marcelo en el sexenio de Fox. Luego de que la entonces PFP se negara a auxiliar a dos agentes en Tláhuac, Fox quitó a Marcelo del cargo como titular de la SSP-DF para usarlo de chivo expiatorio y tapar la ineptitud de su propio titular de la SSP federal, Ramón Martín Huerta.
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