Por Victor Hernández
Según un tweet del colaborador de La Jornada Alfredo Jalife-Rahme, yo soy un "chayotero" por el hecho de blogdeizquierda.com tuvo un contrato con la administración de Marcelo Ebrard por 4 banners. (Contrato que, por cierto, es explicado en este link.)
Pero resulta que La Jornada, diario donde publica Jalife, tiene un contrato con el gobierno espurio de Enrique Peña Nieto por 256 mil pesos y tuvo otro más36 mil 465.50 pesos.
La información es verificable en la página de internet del IFAI.
¿Cómo le llama a eso Alfredo Jalife? ¿"Sablear"? ¿Chayo?
Pregunto porque usuarios de Twitter han notado que desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder (por medio de un fraude, cabe recordar) La Jornada no se ha notado tan combativa como varios hubieran esperado, inclusive dedicando amplios espacios a notas sobre Peña Nieto sin criticarlo y destacando sus declaraciones.
En cambio, al gobierno de Miguel Ángel Mancera La Jornada le dedicó una primera plana y titular de 8 columnas para atacarlo, diciendo que estaba reduciendo los programas sociales del DF, cosa que era falsa (de hecho los programas sociales del DF se extán expandiendo.)
Pregunto de nuevo: ¿Cómo le llama a eso Alfredo Jalife?
Y esto es sólo el primero año de Peña Nieto en el poder. Si le buscamos en el IFAI, encontraremos 6 contratos con el gobierno espurio de Felipe Calderón por un total de 388 mil 929.35 pesos para Demos Desarrollo de Medios SA de CV, la editorial que publica La Jornada.
Uno de los contratos, por ejemplo, con número C_DCVyAE-D-041/12, por adjudicación directa, y por un monto de 100 mil pesos, lo pagó el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) para "difusión en el periódicho La Jornada a través de insercioens para la campaña Termina tu educación básica versión INEA institucional 2012, con el finde que la población que no ha concluido su alfabetización, primaria o secundaria se acerque al INEA y obtenga un certificado que valide sus conocimientos o en su caso inicie o retome su proceso educativo."
Una pregunta: ¿Cómo cuánta gente que no ha terminado de alfabetizarse LEE La Jornada?
Según el listado de La Jornada en el sitio de medios impresos de la Secretaría de Gobernación, la abrumadora mayoría de sus lectores tienen escolaridad que va desde la básica y media superior (43%) hasta la universitaria y el posgrado (56%). Sólo el 1% de los lectores de La Jornada no estudiaron.
El mismo listado afirma que la circulación promedio de La Jornada es de 107 mil 666 ejemplares. El 1% correspondiente a los que no tienen estudios serían mil 76.66.
Asumiendo que el target de esa campaña sea el público analfabeta o que no tiene estudios, entonces tendríamos que se pagó 100 mil pesos por un público de poquito más de mil ejemplares.
El INGAPE le llamaría a eso "gasto pendejo." ¿Cómo lo llamará Jalife? ¿"Sablazo"? ¿Chayote?
Ah, pero de acuerdo con Compranet el dinero del gobierno espurio de Calderón fluyó generoso para Demos, Desarrollo de Medios SA de CV.
La página de Compranet con el listado de Demos (accesible en http://web.compranet.gob.mx:8000/pls/hist/C2Prov2.datos?RFC=DDM840626PM2&CURP=) tiene una larga lista de contratos para Demos por montos de hasta 10 millones de pesos, como el caso de un contrato de 2008 con Canal 22 por "intercambio de difusión publicitaria" que se puede verificar en este link.
Dirán ustedes "bueno, pero con Calderón La Jornada sí fue muy crítico."
¿Ah sí? Pues...
http://ximboslimbo.blogspot.mx/2010/04/carton-de-hernandez-censurado-en-la.html
Ahora bien, quiero hacer una aclaración pertinente: En lo personal no tengo nada contra La Jornada. Pero si su colaborador Alfredo Jalife me levanta falsos, yo voy a responder con verdades.
Sorry, así es como funciona esto. Porque realmente es muy falto de ética y principios que un colaborador del que se supone que es el periódico de la izquierda en México recurra a la falsedad y a la calumnia. Eso, la verdad, le resta credibilidad tanto a La Jornada como a MORENA, donde Jalife es consejero.
Por último, en blogdeizquierda.com tenemos la dignidad suficiente como para no ir a buscar dinero de gobiernos espurios del PAN y del PRI, como el de Felipe Calderón y el de Peña Nieto. Si los tachamos de ilegítmos, entonces seremos congruentes en nuestro repudio. Porque una izquierda que no tiene congruencia, la verdad, a nosotros no nos inspira confianza.
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