Por Victor Hernández
Ayer por la tarde se dio a conocer que la abrumadora mayoría de los electores chilenos votaron en una consulta popular a favor de eliminar la constitución que estableció la dictadura de Augusto Pinochet y reemplazarla por una constitución nueva, producto de gobiernos electos democráticamente.
Es decir, los chilenos mandaron por completo al dictador Pinochet al basurero de la historia.
Cosa que a los derechangos en México les ardió hasta lo más profundo del fundillo.
Y es que también ayer, pero por la mañana, el monero de la derecha pretendió tirarle caca al gobierno de Andrés Manuel López Obrador alegando que los gobiernos de Hitler y un montón de ojetes de otros países fueron electos por la vía democrática.
En el caso de Hitler eso es falso. El partido Nazi no tenía el control del parlamento alemán. Los nazis inventaron que un izquierdista incendió el parlamento para que les dieron poderes especiales. Así fue como iniciaron su dictadura: Con mentiras contra la izquierda.
Pero en realidad lo que buscaba el monero de la derecha era alegar que no debería haber un gobierno democrático en México. Casi casi dice que es mejor una dictadura, siempre y cuando sea de derecha.
Es decir, como la de Augusto Pinochet.
Porque, en efecto, Augusto Pinochet no llegó al poder por medio del voto. Llegó al poder por medio de un golpe de estado contra un gobierno democráticamente electo: El del izquierdista Salvador Allende.
Y ahora los chilenos acaban de mandar a lo que quedaba del pinochetismo en su gobierno al basurero de la historia.
Dicho de otro modo, la guerra sucia que pretendió hacer el monero de la derecha se convirtió en un tiro que le salió por el yoyo gracias a un ejercicio de democracia del pueblo chileno.
A ver cómo le hacen ahora los derechangos para explicar por qué no quieren democracia en México. Porque eso es al fin y al cabo lo que quieren: un golpe de estado y un Pinochet; que no sea el pueblo el que elija.
Porque si es el pueblo el que elije, entonces la derecha no puede seguir teniendo privilegios ni puede seguir enriqueciéndose con el presupuesto ni con tráfico de influencias.
Ese es su verdadero problema. Por eso es que a la derecha no le gusta la democracia. Lo que siempre quisieron fue una monarquía. Y cuando las monarquías ya no fueron sostenibles, lo que buscaron fueron dictaduras.
Que chinguen a su madre entonces. Ya le metieron el Chile a la derecha pinochetista. Y a los que les arde es a los derechangos en México.
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