Vean: El gran perdedor por la dirigencia de Morena es Alejandro Rojas, achichincle de Monreal

Por Victor Hernández La semana pasada se dieron a conocer dos encuestas sobre la preferencia para la dirigencia de Morena. En una el favorito era Gibrán Ramírez. En la otra el favorito era Mario Delgado. ¿A cuál encuesta creerle? Honestamente, a estas alturas ya vale verga. NINGUNO de los aspirantes a dirigir a Morena da el ancho. Todos unos unos pinches ambiciosos vulgares y además PENDEJOS. Pero una cosa sí llama la atención de ambas encuestas: En las dos, el último lugar en las preferencias, que ni al 6% llega, es el mismo: Alejandro Rojas Díaz-Durán. O bueno, en una está en último lugar y en otra en penúltimo, pero con los mismos porcentajes de preferencia: Menos de 6%. Digo que es curioso porque esto quiere decir que los simpatizantes de Morena realmente no quieren que Rojas dirija al partido de Andrés Manuel López Obrador. Y no los culpo. Rojas es el achichincle de Ricardo Monreal. Monreal, como hemos demostrado con pruebas irrebatibles en este blog, es un pillo y nada tiene que hacer en la izquierda. Mucho menos en Morena. Rojas se ha caracterizado por treparse en la fama ajena y por ser un lambiscón no solicitado de Andrés Manuel López Obrador. En 2008, por ejemplo, tuvo la puntada de tomar un ejemplar de un periódico que yo dirigía en ese entonces en apoyo al movimiento lopezobradorista, fue con el ejemplar a un mitin de AMLO, se subió al templete, y le dijo a AMLO que "vamos a hacer historia", refiriéndose al periódico, con el cual Rojas no tenía nada que ver. En ese ejemplar le publicamos un texto absolutamente idiota en el que le lamía las suelas a AMLO nadamás porque era cuate del que era mi socio comercial en ese entonces, quien poco tiempo después decidió traicionar a Andrés Manuel López Obrador y venderse al PRI de Enrique Peña Nieto a cambio de chayote. Muy cercano a ese priismo disfrazado de lopezobradorismo es Ricardo Monreal, quien no tuvo problema con regresarse al PRIAN cuando la gente no quiso que fuera candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México (ni quiso que siguiera en el cargo como Jefe Delegacional de Cuauhtémoc) porque sabían que Monreal es un pillo y pinche pedero. Rojas, a quien nadie pela en la izquierda, decidió incrustarse en ese priismo disfrazado de lopezobradorismo y ahora pretende ser dirigente de Morena para hacer lo que ordene y mande Monreal en el partido. Afortunadamente, como dije al principio, dos encuestas distintas muestran que los simpatizantes de Morena no quieren que Rojas sea el dirigente nacional de Morena y lo ubican en los últimos lugares de preferencia. Vaya, los simpatizantes de Morena prefieren a la inepta de Yeidckol Polevnsky que a Rojas. Rojas es, en otras palabras, el gran perdedor por la dirigencia de Morena. Lo cual quiere decir dos cosas: 1. Que los simpatizantes de Morena no so pendejos. 2. Que los simpatizantes de Morena rechazan a Ricardo Monreal. Lo cual, la verdad, habla muy bien de los simpatizantes de Morena.