Evidencia: Las armas son una respuesta a la falta de movilidad económica

Por Victor Hernández

Detuvieron a un menor de 17 años con una subametralladora y varios cartuchos al tratar de entrar a un parque de diversiones en la Ciudad de México. Acto seguido salieron comentarios en el tener de que “la educación en casa, la violencia familiar, etc.”

En realidad el asunto de la violencia familiar o la educación de una persona tiene poco que ver con el uso de armas. Particularmente cuando es ilegal portarlas.

Hay evidencia de esto.

Por ejemplo; la asociación Estadounidense Coalición Para Detener La Violencia de las Armas, publicó hace unos años un estudio sobre la psicología de los usuarios de armas en EU. Uno de los puntos claves del estudio es este: los que más usan armas en Estados Unidos lo hacen como una reacción a un declive socioeconómico. Es decir, creen que portando armas tienen un poder que no tienen por no poder tener movilidad económica. Dice el estudio:

“La plataforma del derecho a las armas no es sólo sobre armas. Es también sobre una crisis de confianza en el Sueño Americano. Y esta es la razón por la cual los esfuerzos para controlar el uso de armas tiene respuestas tan virulentas: Las restricciones son recibidas como una afrenta personal hacia hombres que encuentran en las armas un sentido del deber, relevancia e inclusive dignidad.”

Otro estudio encontró que la mayoría de los usuarios de armas en EU tienen apenas la preparatoria y no tienen un grado universitario. Es decir, tienen menos opciones de movilidad económica.

Todo esto quiere decir que a falta de movilidad económica, hay gente que cree que teniendo armas tendrán un poder que no podrán tener por medio de movilidad económica.

“¡Nosierto! ¡Estás criminalizando a la pobreza, pinche Victor!” no faltará el que diga. Y respondo: los números son los números. Y lo que muestran los números es muy claro: al no tener movilidad social, mucha gente cree que un arma le dará el poder que no podrá tener por medio de dinero.

Que es exáctamente lo que ocurre en la cultura del narco; el creer que el dinero fácil y las armas dan poder.

Si el gobierno mexicano quiere reducir la violencia, tendrá que empezar a buscar la manera de que la gente pueda tener movilidad social. Mientras eso no ocurra, la gente seguirá buscando poder por medio de lo ilegal. Incluyendo el uso de armas.