Por Victor Hernández
La derecha va a poner a José Woldenberg, ex consejero presidente del IFE, hoy INE, como único orador en su marcha del domingo contra la reforma electoral. Esto porque la derecha cree que Woldenberg es sacrosanto e impoluto por ser el primer consejero presidente del IFE y, por ende, entonces tiene más credibilidad que Lorenzo Córdova, Claudio X González (quien organiza la marcha) y sus mascotas del PAN, PRI y PRD.
Pero la realidad es que con José Woldenberg en el IFE se empezaron a aceptar los fraudes electorales con una corta feria.
Mire usted:
Woldenberg fue consejero presidente del IFE de 1996 a 2003. Es decir, le tocó estar en el IFE en la elección presidencial de 2000, cuando fue electo el panista Vicente Fox. Pero esa elección tuvo dos incidentes fraudulentos puerquísimos que para Woldenberg no ameritaron anular la elección.
El primer incidente fue lo que se conoció como el Pemexgate, que fue un desvío de recursos de Pemex vía el sindicato de Pemex para la campaña presidencial del priista Francisco Labastida Ochoa en 2000. El sindicato de Pemex, con Carlos Romero Deschamps al frente, le pidió un "préstamo" de cientos de millones de pesos a Pemex, pero el dinero fue desviado a la campaña de Labastida.
El segundo incidente en esas elecciones fue lo que se conoció como los "Amigos de Fox", que fue una triangulación ilegal de dinero--incluyendo dinero del extranjero, lo cual está prohibido--a la campaña presidencial de Vicente Fox en 2000 por medio de una asociación civil llamada "Amigos de Fox". El propio Fox tuvo el cinismo de decir en un libro, ya que terminó su sexenio que sí tuvo financiamiento ilegal del extranjero en su campaña.
Lo correcto ante estas acciones fraudulentas del PRI y del PAN hubiera sido anular esas elecciones por haber violado la ley los dos partidos que quedaron en primero y segundo lugar, repetir las elecciones y no permitirles participar.
Pero en vez de eso José Woldenberg simplemente le echó la bolita al Tribunal Electoral, el cual les puso unas multotas al PRI (mil millones de pesos) y al PAN (casi 390 millones de pesos) que se pagaron con el dinero que de todos modos reciben los partidos del erario. En otras palabras, el PRIAN delinque y el contribuyente paga.
Desde ese entonces, con Woldenberg, es práctica común en el IFE, hoy INEm y en el tribunal electoral permitir fraudes electorales y simplemente poner multas. En otras palabras, con Woldenberg en el IFE se empezó a aceptar el fraude electoral a cambio de una corta feria.
La práctica se siguió llevando a cabo durante años. Peña Nieto hizo fraude comprando y con dinero ilegal triangulado vía tarjetas de Monex pero sólo multaron al PRI, que como tuvo más presupuesto luego de 2012 no le preocupó pagar la multa. Lo mismo el PVEM, que violó la ley electoral múltiples ocaciones, las más recientes pagando a celebridades para tuitear propaganda a favor del PVEM el día de las elecciones y sólo recibió multas, en vez de perder pluris o de plano el registro.
Bueno, pues el padre putativo de esa puerquez electoral que el IFE puso a la práctica y aún conserva el INE, es el que la derecha quiere que creamos que es el que tiene la calidad moral para defender a la podredumbre del INE, sus sueldotes y su completa falta de democracia para la elección de los consejeros.
Lo que Woldenberg debería hacer es pedirle disculpas a México por haber permitido que padeciéramos por 6 años a Vicente Fox. Y por haber puesto la mesa para que se permitieran los fraudes de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto. Porque la realidad es que Woldenberg no es quien para decirse paladín de la democracia. Lo que es es un hipócrita.
PD: Todo esto que estoy diciendo en esta columna es público y se sabe desde hace 20 años. Pero en la derecha le apuestan a la desmemoria de la gente y al hecho de que los electores más jóvenes no recuerdan las porquerías que hicieron el PAN, el PRI y el IFE (hoy INE) hace 22 años. Bueno, pues si no lo sabían, o no se acordaban, ahora ya lo saben. Difúndanlo.
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