Conforme fueron arreciando las protestas contra el racismo en Estados Unidos, la derecha en México empezó a bajarle tres rayitas a sus jaladas contra Andrés Manuel López Obrador y se pusieron a la defensiva, alegando que en México no hay racismo.
Lo cual es mentira. En México hay una cantidad ENORME no sólo de racismo sino además de discriminación en base a ingreso.
Pero en la derecha insistieron en que no hay racismo en México. Esto se notó particularmente en redes sociales, donde algunos de los merolicos preferidos de los llamados whitexicans o se pusieron a negar rotundamente que hubiera racismo en México, o se hicieron guajes y nisiquiera mencionaron el tema a pesar de que nunca perdieron la oportunidad para comentar sobre las protestas en Venezuela.
Repito: Hay una ENORME cantidad de racismo en México. Desde hace siglos. Los españoles impusieron un sistema racista de castas durante la colonia para clasificar a las personas en base a su color de piel.
En el siglo 20 el racismo se mediatizó. En el cine, en la televisión y en la prensa se glorificó a gente con piel blanca y se eliminó a la gente con piel morena o con razgos indígenas, quienes simple y sencillamente no existen en cine y televisión en México. Y cuando sí aparecen, o son bufones, o son delincuentes, o son servidumbre.
Vaya, hasta cuando una mujer de padres indígenas fue nominada al Oscar, Yalitza Aparicio, actores de piel blanca reaccionaron con ataques racistas en su contra.
¡Eso fue hace dos años!
Vea usted cualquier campaña publicitaria en México. No hay personas de piel morena o con razgos indígenas. Las contadas excepciones a esta regla son casos de derechistas recalcitrantes. Pero de nuevo; son excepciones que confirman la regla.
Ahora bien: ¿Qué tipo de expresiones ha usado la derecha en México en contra de la izquierda? Pues expresiones como "naco", "indio", etc. Y esos son precisamente los que han pretendido protestar contra AMLO y contra sus seguidores.
El problema de la derecha, desde luego, es principalmente pretender tener el control político y económico del país a pesar de ser minoría. Pero una de las herramientas para imponer control político y económico de manera antidemocrática es precisamente el racismo.
El racismo se ha usado históricamente para pretender justificar opresión bajo el alegato de que unas personas son superiores y otras son inferiores. Eso es precisamente contra lo que se está protestando en Estados Unidos. Y cuando la derecha en México se dio cuenta de eso, al parecer, les dio diarrea.
¿Cómo? ¿El país al que ven como el ejemplo a seguir está diciendo claramente que hay racismo y que la gente blanca tiene que dejar de ser racista? ¡Horror!
Ahora bien, que la derecha es racista se sabe desde hace mucho. Pero también hay racismo en la izquierda. Y la mejor manera de saber que eso es cierto es no se ha legislado NADA en el año y medio que lleva la izquierda como mayoría en el congreso, para erradicar al racismo.
Así que si realmente quieren hacer algo que le pegue duro a la derecha, desactive sus protestas hipócritas, y los ponga a la defensiva el resto del sexenio, la izquierda debe empezar a legislar para combatir al racismo.
Puede empezar con algo tan sencillo como dar incentivos fiscales a empresas que promuevan la diversidad racial en su publicidad. ¿Qué mejor momento que ahora, que le hacen falta incentivos fiscales a las empresas, para promover la diversidad que hay en México?
O podría la izquierda ordenar al INEGI que investigue y divugue qué tan grave es el racismo en México y dónde se concentra con más fuerza.
Ah, y por cierto: la oposición de la derecha al tren maya no tiene nada que ver con ecología o con economía. Tiene que ver con el hecho de que el tren maya le permitirá a la gente pobre de Chiapas trasladarse a la zona fifí de Cancún a trabajar, a pasear, o vivir. Es lo mismo que pasó con los fifís de Polanco que no querían que hubiera metrobús sobre Paseo de la Reforma; no querían que gente pobre pudiera llegar con facilidad a donde viven.
¿Y cuál es el principal factor que determina la pobreza en México? Así esi: el color de la piel.
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