sábado, 7 de marzo de 2020

Vean: @PabloHiriart será derechista, pero dijo verdades muy graves (cc @lopezobrador_ @jesusrcuevas)

Por Victor Hernández

Esta columna se refiere a las declaraciones que hizo en Twitter el columnista de derecha Pablo Hiriart, con quien no comulgo, pero quien sí dijo verdades muy graves, que revelan otro posible caso de tráfico de influencias en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y a quien no faltó quién lo descalificara no por la validez o invalidez del argumento de Hiriart, sino por ser Pablo Hiriart quien lo dijo. Lo cual es una falacia que al final termina ayudando a lo peor del priismo peñanietista.

Mire usted:

Para empezar, lean los siguientes cuatro párrafos para que entiendan lo que voy a decir después.

Tomé una clase de lógica cuando estuve en la universidad. La primera mitad del semestre se enfocó en Lógica Aristotélica. Es decir, en la evaluación de discursos en base a lógica.

Cuando la lógica de un discurso falla, al discurso se le llama Falacia. Es decir, es una falsedad, ya que la evidencia que presenta no respalda a su premisa.

Una de las falacias más comunes en Lógica Aristotélica es el ataque a la persona. Es decir, el pretender descalificar un dicho no en base a evidencias o a su lógica interna, sino en base a quién lo dijo.

"Hasta los mentirosos pueden decir la verdad," dijo el maestro en esa clase. "Descalificar un argumento sólo porque la persona que lo dijo es una falacia. A un argumento sólo se le puede descalificar en base a evidencia o a su lógica interna. De otra manera, el que queda como mentiroso es el que incurre en la falacia," agregó.

Sirvan esos cuatro párrafos de preámbulo para entender lo que sigue:

Pablo Hiriart, como dije, columnista de derecha, publicó una serie de señalamientos sobre uno de los dueños de un medio priista que se la pasó desde hace dos sexenios vendiéndose al PRI a cambio de chayote. Los señalamientos fueron específicos, claros, y certeros. Fueron tan graves que lo que decribió Hiriart podría configurarse en el delito de tráfico de influencias e involucraría directamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador. Si Hiriart interpusiera una denuncia ante la SFP o ante la FGR para investigar lo que señala, el mismísimo AMLO estaría en una situación MUY difícil al no poder explicar por qué se benefició económicamente a una persona que prácticamente presume derecho de picaporte con el Presidente. En principio, que no en monto, no sería algo muy distinto a lo que pasó con los hermanos Bribiesca en el sexenio de Vicente Fox.

Y eso es algo que debería consternarnos e indignarnos a todos los izquierdistas, ya que se trata de lo contrario a lo que prometió este gobierno. Máxime cuando lejos de recibir tratos especiales por mero ejercicio de influencias, la persona que buscó las dádivas debería estar tras las rejas por diversos motivos, desde huachicoleo a Notimex hasta acoso sexual contra trabajadoras.

Pero en vez de poner atención en lo que dijo Hiriart, varios izquierdistas descalificaron los dichos de Hiriart por haberlos dicho Hiriart. Por ser derechista. Por haber sido beneficiado durante años con dinero público que hoy ya no recibe.

Sí; Pablo Hiriart es derechista. Y de los peores: salinista.

Sí; Al igual que otros columnistas de derecha, Pablo Hiriart --o los medios a los cuales se le asocia-- recibió dinero público durante años y ya no lo recibe.

Sí: Pablo Hiriart ha impulsado la difusión de guerra sucia contra AMLO y contra la izquierda desde hace años.

Sí; Todo eso es verdad y es reprobable.

Pero aún así, eso no desmiente el hecho de que Pablo Hiriart dijo verdades que deben ser tomadas muy en serio y que apuntan a la sospecha de un fuerte tráfico de influencias que involucra directamente a Andrés Manuel López Obrador.

"Hasta los mentirosos pueden decir la verdad," diría mi maestro de lógica en la universidad.

Yo diría de esta forma: "Hasta los derechistas pueden decir la verdad."

NO quiere decir que eso justifique o disculpe las inmundicias que ha perpetrado Hiriart como parte de la guerra sucia contra la izquierda. Simplemente quiere decir que una persona objetiva puede ver cuando se dice una verdad y le debe dar más importancia a la verdad que se dijo que a quién la dijo.

Pongámoslo de esta forma: Todos en la izquierda acusan de narco a Genaro García Luna. Pero si García Luna declarara que Felipe Calderón cometió algún ilícito, NADIE lo pondría en duda A PESAR de que lo dijo un acusado de recibir dinero del narco.

Hiriart, que se sepa, no ha recibido dinero del narco, pero sí cometió agravios atroces contra muchísima gente al prestarse para atacar a la izquierda lopezobradorista durante años. Y aún así en el momento en el que Hiriart dice una verdad, esa verdad no deja de serlo sólo porque la dijo Hiriart.

Por cierto: se que Hiriart dijo verdades porque puedo dar fe de la clase de podredumbre a la que se refiere. Se, porque se me dijo en mi cara, que el priista al cual se refirió traicionó a Andrés Manuel López Obrador en 2011, pidiendo que no se le mencionara en la página principal de un sitio de internet a petición de la gente de Javier Duarte de Ochoa, misma gente que también pidió no atacar a Enrique Peña Nieto. Repito: desde 2011.

De la colusión entre el priista en cuestión y la gente de Javier Duarte de Ochoa tengo abundante evidencia. Si Hiriart quiere conocerla, sólo tiene que contactarme. Me da igual quién publique la verdad siempre y cuando sea la verdad.

"¡Es que Hiriart se metió con una familiar y con la familia no se debe meter!" me dijo palabras más, palabras menos, Gustavo Sánchez, reportero de Aristegui Online. Le respondí que el sitio de internet para el cual labora publicó un reportaje sobre una casa de la esposa de Peña Nieto y absolutamente TODOS en la izquierda lo aplaudimos. Me respondió que ese era un caso de corrupción. Le respondí que lo que señala Hiriart tiene todo el tufo a tráfico de influencias. Un corrupto no puede usar a un familiar como escudo para no ser señalado por sus porquerías. Ni puede uno entender que alguien defienda esa corrupción.

Hace mal la izquierda en no poner atención a este caso y en descalificar lo que dijo Hiriart sólo por ser Hiriart. Primero porque lo que AMLO prometió fue no más tráfico de influencias. No más Diegos Fernández de Cevallos. No más robar el dinero del pueblo.

Y segundo porque si la izquierda tolera que cualquier cucaracha tenga impunidad simplemente por lamerle las bolas a AMLO, la izquierda va a terminar perdiendo todo lo que con tanto esfuerzo le costó obtener: el voto de la gente que se da cuenta cuando le están viendo la cara.

PD: Lo he dicho antes y lo reitero: el priista al que hace referencia Hiriart me exigió en 2009 borrar una de mis columnas en la cual cité un artículo de El Universal en el cual se señala por primera vez a Tomás Yarrington de tener nexos con el narco. "¡Es que eso es una calumnia!" dijo en ese entonces. Resultó ser que Yarrington fue detenido en Estados Unidos por narco, y que el priista en cuestión sí tenía nexos con Yarrington. Sólo un botón de muestra para señalar la clase de gente a la que la izquierda debería estar exigiendo que no se le acerque a AMLO, en vez de exigir que Hiriart no los señale por actos que cualquiera podría decir que apestan a corrupción.

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