Dos bochornosas ocurrencias de la 4T en las últimas 48 horas. Primero, a Andrés Manuel López Obrador se le ocurre hacer votación a mano alzada en un mitin lleno de sus propios simpatizantes para cancelar la construcción de un Metrobús en Durango. Obviamente todos levantaron la mano como buenos borregos.
¿Por qué? Porque sí. Porque chinguesumadre que AMLO haya hecho la primer línea del Metrobús en la Ciudad de México y el Metrobús de la Ciudad de México siga siendo una de las obras que más presume el lopezobradorismo A PESAR de ser operado por concecionarios privados.
Y aquí nisiquiera se trataba de un caso de corrupción, ya que el propio AMLO había estado de acuerdo en que se hiciera ese Metrobús y Hacienda ya había autorizado fondos federales para hacerlo. Pero nadamás por joder al gobernador panista de Durango le organizó la votación a mano alzada, llevándose entre las patas una obra que sí hubiera sido de utilidad en la región.
"Es que mejor se va a usar el dinero para obras de agua y para terminar un hospital," dirán los fans del Peje. Pero entonces ¿por qué el gobierno de AMLO cerró 300 clínicas públicas que atendían a gente que no tiene IMSS?
¡No pinches mamen!
Lo peor del caso es que AMLO nisiquiera hizo una consulta. Le preguntó a un puñado de sus seguidores más ultras (los que van a sus mítines) algo que no se podía dejar a merced del hígado.
Eso NO es democracia. Eso es una mamada. Y un día se le va a salir de las manos a AMLO si lo sigue haciendo.
La segunda bochornosa ocurrencia pasó ayer. Luego de que el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, dijera que no estaba de acuerdo con AMLO en su postura de que todos los que están contra la cancelación del nuevo aeropuerto con corruptos, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero dijo que la lealtad a López Obrador debe ser "norma cotidiana" entre quienes obtuvieron un cargo el primero de julio.
¡Ah cabrón! ¿Y por qué a AMLO? ¿Qué no a quien le tienen que ser leales es a la CONSTITUCIÓN? ¿Qué no es eso lo que protestan al tomar el cargo?
Dice muy claro el artículo 128 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:
Art. 128.- Todo funcionario público, sin excepción alguna, antes de tomar posesión de su encargo, prestará la protesta de guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen.
Los funcionarios que obtuvieron un cargo el primero de julio, por lo tanto, NO tienen por qué tener lealtad con el presidente en turno. Con lo ÚNICO con lo que están obligados a tener lealtad, porque así se los exige la Constitución, es con la Constitución y con las leyes de que de ella emanen.
Peor; Que sea Olga Sánchez Cordero, quien fue ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, indica dos cosas muy graves:
1. Que Sánchez Cordero o desconoce la Constitución o se pasa por abajo.
2. Que Sánchez Cordero con quien era leal cuando fue ministro NO fue con la constitución, sino con el presidente que la puso en el cargo, en este caso Ernesto Zedillo.
Vamos, lealtad al presidente en vez de lealtad a la Constitución es precisamente lo que le exige Donald Trump a sus funcionarios, y es una de las razones por las cuales es impopular en Estados Unidos.
Con esa lamentable declaración lo que Sánchez Cordero dejó claro es que sigue teniendo la misma mentalidad presidencialista del PRI y del PAN, en la cual el presidente era una especie de emperador por 6 años al que no se le cuestionaba ni cuando se equivocaba. ¿Qué horas son? Las que usted diga, señor presidente. ¡Que chingue a su madre el priismo ramplón de Sánchez Cordero!
No votamos por AMLO para que su gobierno tuviera la misma ideología del PRIAN. Votamos por AMLO precisamente para que el gobierno dejara de tener esa ideología. Por lo cual, francamente, Olga Sánchez Cordero no tiene nada que hacer en la Secretaría de Gobernación. Debe estar alguien que NO sea como el PRI.
O al rato la SEGOB va a avalar también que las "consultas" a mano alzada de AMLO también valgan igual que una consulta de verdad.
FAIL.
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