Desde hace años Andrés Manuel López Obrador ha sostenido que la inseguridad es el resultado de la pobreza y de la falta de empleo.
Por eso, ahora como presidente, Andrés Manuel inició programas de becas para jóvenes, bajo la premisa de que si los jóvenes tienen un ingreso, no estarán tentados a sumarse a las filas del crimen.
Lo cual funciona hasta cierto punto. Pero la estrategia tiene un error de cálculo que puede impedir que los programas sociales funcionen en varias partes del país.
Mire usted:
Sí, mucha gente incurre en actividades delictivas por no tener una manera de ganarse la vida. Por falta de empleo, por falta de educación, etc.
Pero lo que no contempla el plan de AMLO son las levas del narco, con las cuales se plagia a jóvenes con engaños para que trabajen para el narco de manera forzada.
De este tipo de levas ya se sabía, pero este año el diario español El País publicó un reportaje con lujo de detalle sobre la manera en la que el narco está llevando a cabo las levas por medio de engaños en internet.
El modus operandi es el siguiente: Primero ponen un anuncio ofreciendo trabajo como empleado de seguridad en algún grupo de Facebook por 4 mil pesos al mes. A quienes responden los agregan a un grupo de Whatsapp y desde ahí les dan instrucciones para ir a un punto en el cual serán levantados y llevados a una casa de seguridad.
En la casa de seguridad son convertidos virtualmente en esclavos, forzándolos a entrenar para ser sicarios del narco. A quien niega o a quien se quiere ir lo matan. A quien desobedece o no sigue las órdenes correctamente lo matan. El objetivo de esto, dice el artículo de El País, es acostumbrarlos al trato inhumano. Cito textual del artículo:
La desaparición de jóvenes para luego forzarlos a trabajar para el narco no es improvisada. Un habitante de Tala que conoce a fondo la dinámica dice que maltratarlos, torturarlos y, posteriormente, obligarlos a matar e incinerar a sus compañeros es una estrategia para romperles el alma, su armonía interior, para que puedan convertirse en uno más del cartel. Que de víctimas pasen a victimarios. En su relato, Luis describe que para sobrevivir hay que ganarse la confianza de los captores. Al final, el cartel decide matar a los que no se pliegan o no son útiles para sus propósitos.
Esta no era gente que quería sumarse a las filas del narco. Es gente que buscaba empleo y los levantaron con engaños, precisamente con la promesa de un empleo derecho.
¿Qué le permite al narco hacer esto? Sólo una cosa: el acceso prácticamente irrestricto que tienen al tráfico de armas. Si ese flujo de armas se acabara, no habría manera de que el crimen organizado pudiera tener a decenas de personas en una casa de seguridad como esclavos y entrenándolos para ser sicarios.
Hasta el cansancio lo hemos dicho en este blog; 7 de cada 10 armas que usa el crimen organizado en México vienen de Estados Unidos. Cruzaron la frontera hacia México de manera ilegal por las garitas sin que nadie les impidiera el paso porque simple y sencillamente durante años a la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la Policía Federal no les dio la gana hacer revisiones de todos los vehículos que cruzan la frontera desde Estados Unidos.
Y mientras eso siga ocurriendo, Andrés Manuel López Obrador podrá seguir dando todas las becas que quiera, pero no podrá impedir que el narco siga haciendo leva. Para eso, tendría que haber empleo garantizado para TODOS los mexicanos. Y eso no está ocurriendo ni va a ocurrir. Vaya, lo primero que hizo AMLO al llegar al poder fue poner en la calle a miles de personas que trabajaban en el gobierno.
Los empleos no se pueden crear con varita mágica. No estoy diciendo que se deba hacer así. Pero lo que sí puede hacer el gobierno federal de manera inmediata (lo podría hacer en este instante si el gobierno quisiera) es frenar la entrada de armas de Estados Unidos a México. Es lo MÍNIMO que puede hacer el gobierno de López Obrador para empezar a reducir la violencia y las desapariciones en México.
PD: Curiosamente, las descripciones de los sobrevivientes de la leva que se publicaro en El País menciona que los jefes del narco que fueron vistos por las víctimas llegaban en vehículos con placas de Estados Unidos. Pero en vez de reforzar la frontera norte, el gobierno de AMLO envía a la Guardia Nacional a la frontera con Guatemala. Eso está mal.
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