miércoles, 15 de mayo de 2019

Vean cómo por tener contentos a los automovilistas, @claudiashein contribuye a que haya más incendios

Por Victor Hernández

Antes que nada aclaro: Claudia Sheinbaum NO es responsable de los incendios que han estado contaminando el aire en la Ciudad de México en los últimos días. Pero su política de darle prioridad a los conductores de autos sí contribuye a que haya más incendios y, por ende, más contaminación.

Mire usted: Algún tarado logró convencer a Claudia Sheinbaum en 2018 de que si prometía quitar las fotomultas, los parquímetros, y los límites de velocidad, obtendría más votos para Jefa de Gobierno. Para justificar quitar esas medidas, el mismo tarado le recomendó alegar que se trataba de medidas corruptas y abusivas de Mancera. Es decir, le recomendaron darle atole con el dedo a la gente.

Lo que el tarado que le dijo a Claudia Sheinbaum que hiciera eso no le dijo es que una gran cantidad de automovilistas en la Ciudad de México nisiquiera votan en la Ciudad de México. Son de Edomex. Por lo cual, Sheinbaum terminó beneficiando a una minoría realmente pequeña sin siquiera lograr la clientela política que buscaba.

Lo peor del caso es que al incentivar el uso irresponsable del auto, Claudia Sheinbaum está contribuyendo a la emisión de gases invernadero, con lo cual se incrementa el calentamiento global y se incrementan las condiciones para que haya incendios de pastizales como los que tienen ahogada en humo a la Ciudad de México.

Y aquí es donde las cosas realmente se ponen MUY mal debido a que, de acuerdo con CNN:

1. Los incendios generan más contaminación que los autos. En una semana de incendios forestales en California se generó la misma cantidad de contaminación que generaban los autos en un año.

2. El calentamiento global incrementa las condiciones para que sucedan peores incendios cada año.

¿Qué hizo Claudia Sheinbaum ante los incendios? No hizo nada. Se esperó a que la contaminación llegara a niveles alarmantes para declarar una contingencia ambiental PERO sin suspender el uso del auto.

Es decir, una contingencia de a mentis.

Pero unas horas más tarde, ayer, las cosas se pusieron tan mal que Sheinbaum de plano tuvo que declarar finalmente que no circulen algunos autos.

Ah, pero no lo hizo sin antes tratar de culpar a Miguel Ángel Mancera por las pifias de su propio gobierno. En un video que difundió Sheinbaum por redes sociales, literalmente dijo que a pesar de que la administración anterior (o sea Mancera) no dejó un protocolo para actuar en estos casos, su gobierno sí hizo cosas.

Lo cual, francamente, es un tiro en el pié, ya que, para empezar, ella alega que su gobierno es innovador. ¿Por qué necesita entonces que Mancera deje la receta para los frijoles de la olla?

No sólo eso: si ella va a seguir todos los protocolos de la administración anterior ¿por qué quitó las fotomultas, etc?

De pilón, si Mancera no dejó un protocolo, pues tampoco los gobiernos anteriores. Y Claudia fue Secretaria de Medio Ambiente cuando AMLO era Jefe de Gobierno. ¿Por qué no se dejó un protocolo a sí misma para este tipo de casos?

(Aquí el Victor Hernández hace un facepalm ante la pendejez de los que asesoran a Claudia Sheinbaum en materia de comunicación social e imagen. ¿Cómo es posible que la hayan dejado decir eso en público? ¡Nadamás lograron que se hiciera el candado. ¡No chinguen!)

Este es el mejor momento para que Claudia salga a dar la cara y reconozca que cometió un error al pretender hacer a los automovilistas su clientela electoral. Sin echarle la culpa a otros: asumiendo ELLA que ELLA la cagó. No va a pasar nada si lo hace. Al contrario: la gente le va a agradecer por la honestidad y sanseacabó.

Esto ya no es de grillas, ni de afiliaciones políticas, ni de partidos. Es de sentido común. Es un asunto de la salud de los habitantes de la Ciudad. ¿Cómo es posible que no se den cuenta?

Deben bajarle cinco rayitas a su soberbia en la administración de Claudia Sheinbaum. Porque si no lo hacen, lo que perderán será más que clientela electoral; perderán la salud de la gente de la Ciudad.

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