domingo, 3 de febrero de 2019

Por esto el pueblo NO debe elegir a los ministros de la Suprema Corte

Por Victor Hernández

Los derechangos han estado tratando de hacerle guerra sucia a Andrés Manuel López Obrador sacando declaraciones que hizo en 2015 en las cuales afirma que al ganar su movimiento los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación serán electos por el pueblo.

Lo hacen porque AMLO propuso una nueva terna al Senado para reemplazar a otro ministro en la SCJN, y esa terna es de pura gente cercana a AMLO o a Morena.

Para empezar, los derechangos están sacando las cosas de contexto. Y segundo, fue un error de AMLO proponer que a los ministros los elija el pueblo.

Mire usted:

Los derechangos están sacando de contexto las declaraciones de AMLO en 2015 porque para que los ministros puedan ser electos por voto popular se necesita una reforma constitucional, la cual es imposible que se de en un periodo de dos meses, que es el tiempo que lleva AMLO como presidente.

Además, al haber una vacante en la Suprema Corte, AMLO tiene la obligación legal de seguir lo que dice la Constitución actualmente. Es decir, enviar una terna al Senado para que el Senado elija a un nuevo ministro.

Así que aunque AMLO quisiera que los ministros fueran electos por voto popular, legalmente no se puede. Se podrá cuando Morena controle dos tercios del congreso. Antes no. Lo cual sigue haciendo válidas las declaraciones de AMLO de 2015: cuando triunfe su movimiento, en este caso con dos tercios del legislativo, entonces se podrá hacer lo que él propuso.

(Vamos, a duras penas puede aprobar la guardia nacional en el congreso. Menos cambiar el funcionamiento de la Suprema Corte.)

Dicho lo cual paso al segundo punto de esta columna: NO es una buena idea que los ministros de la Suprema Corte sean electos por voto popular.

Un ministro de la Suprema Corte tiene que llegar al cargo demostrando que busca ser imparcial en la interpretación de la Constitución (que es finalmente el propósito de tener una Suprema Corte: interpretar a la Constitución.) Un juez o un ministro electo por medio de voto popular deja de ser imparcial por definición, ya que sus acciones no se enfocan en impartir justicia o en interpretar la Costitución de manera imparcial, sino en obtener popularidad para obtener votos.

No lo estoy inventando. Esto ya ocurre en Estados Unidos.

En varios estados de Estados Unidos los jueces locales son electos por voto popular. El resultado es que algunos jueces emiten sentencias sin apego a la justicia sólo para ser populares entre su electorado potencial.

Por ejemplo; los jueces que quieren ser populares ante el electorado conservador emiten sentencias sin apego a la ley que ellos saben que serán rechazadas por una corte más alta en el proceso de apelación. Pero al emitir una sentencia injusta que se apegue a los que quieren escuchar los electores conservadores, ese juez garantiza sus votos.

Esto lo explicó con lujo de detalle John Oliver hace unos años:



Oliver señala, por ejemplo, que el presidente de la suprema corte de Alabama, Roy Moore, orenó a los jueces en Alabama no acatar la decisión de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos de legalizar el matrimonio gay. Moore fue ELECTO para ser juez, y lo hizo dándole atole con el dedo a electores conservadores para poder ser electo. Varios jueces electos en Estados Unidos, además, han tomado decisiones en la corte que van completamente en contra de lo que dice la ley -como en el caso de Roy Moore- sólo por ser populares ante el electorado.

Eso NO es impartición de justicia. La justicia NO es un concurso de popularidad. Y muchas veces la justicia no es popular.

Por cierto: Roy Moore luego pretendió ser candidato a Senador en Alabama y perdió debido a que se supo que acosaba a jovencitas menores de edad.

¿Qué pasaría entonces si los jueces de la corte más alta del país fueran electos en México? Pues que no van a faltar los jueces de cortes más bajas que van a empezar a emitir sentencias completamente desapegadas a la ley con tal de ser populares y así poder ser electos.

Peor; imagínense lo que pasaría en los estados conservadores. Los jueces locales serían mochos, retrógradas, machistas e hijos de la chingada nadamás por caerle bien a los del PRIAN.

Así que si me preguntan a mi, es un error garrafal de Andrés Manuel López Obrador proponer que los jueces sean electos. Lo correcto es que el presidente proponga una terna y que sea el Senado el que decida.

"Pero es que entonces van a ser ministros carnales," dirán en la derecha. A lo cual respondo: CHINGUEN A SU MADRE. Nunca tuvieron problema con los ministros carnales mientras el PRIAN estuvo en el poder. Tan es así que no les molestó que el que era el procurador de justicia de Felipe Calderón, Medina Mora, fuera impuesto por el PRIAN en el Senado en la Suprema Corte. Ches hipócritas.

En todo caso, que se reduzcan los tiempos en los que un ministro de la SCJN dura en el cargo. Acualmente es 15 años. No debe ser así. Que duren 9 años de manera escalonada. Así la corte se actualizará con jueces nuevos con perspectivas distintas mucho más rápido.

Ah, y en Estados Unidos los jueces de la Suprema Corte de Justicia nisiquiera son propuestos por terna. El presidente en turno propone a un sólo posible juez y el Senado decide. La diferencia es que en EU el cargo de juez de la Suprema Corte de la nación es vitalicio, cosa a lo cual muchos también se oponen debido a que cuando se fundó Estados Unidos la expectactiva de vida era mucho menor. Por cierto: los presidentes en turno en EU siempre proponen a jueces afines a sus ideologías y políticas.

Así que la próxima vez que algún derechairo pretenda echarle caca a AMLO queriéndose colgar del asunto de la terna para la SCJN, aquí tienen la información para responderles.

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