lunes, 1 de octubre de 2018

La boda fifí de César Yáñez no la habría pagado él, sino su esposa

Por Victor Hernández

La derecha ahora pretende atacar a Andrés Manuel López Obrador debido a las imágenes que se han difundido de la boda de César Yáñez con Dulce María Silva Hernández. Han llegado en la derecha, inclusive, al ridículo de comparar a Yáñez con Carlos Romero Deschamps debido a que la hija de Romero Deschamps -la de los perros en el jet privado- también tuvo una boda fastuosa.

Pero eso es guerra sucia debido a que Romero Deschamps ha hecho su riqueza inexplicable con el sindicato de Pemex, mientras que César Yáñez nisiquiera ha sido funcionario público desde 2005.

¿Quién pagó entonces por la boda de César Yáñez? Sólo pudo haberlo hecho una persona: su esposa. Mire usted:

Dulce María Silva Hernández, hoy esposa de Yáñez, es empresaria de bienes raíces. De acuerdo con Proceso, Silva es propietaria de un terreno en Puebla con un valor superior a los 30 millones de pesos que, acusó Silva, el ex gobernador panista de Puebla, Rafael Moreno Valle pretendió quitarle.

De hecho, el gobierno de Moreno Valle, indica Proceso, encarceló a Silva por más de un año inventándole delitos que no cometió para obligarla a ceder el terreno. Señala Proceso:

De acuerdo con su abogado, el gobierno nunca pudo probar que el terreno en disputa se haya adquirido con recursos ilícitos, pero además se pretendió imputar a Silva un delito que fue tipificado en 2012, cuando la operación de cesión del predio se llevó a cabo en 2009.

Y respecto al valor del terreno:

En esa ocasión aseguró que su encarcelamiento se debía al interés del ahora exgobernador Rafael Moreno Valle por quedarse con un terreno de 6 mil metros cuadrados que se encuentra entre la mega rueda de observación, conocida como la Estrella de Puebla, y el exclusivo centro comercial Angelópolis.

Igual denunció que, a través de distintos emisarios, habían intentado obligarla a ceder los derechos del terreno a un fideicomiso y que incluso le habían ofrecido entre 10 y 30 millones de pesos y su libertad inmediata, si accedía a la petición del gobierno panista.

No obstante, la mujer afirmó que el costo del terreno es muy superior a lo que pretendían pagarle, pues en esa zona el precio por metro cuadrado se cotiza en dólares.


Tenemos entonces que:

1. La esposa de César Yáñez es empresaria de bienes raíces.

2. Posee propiedades con un valor superior a los 30 millones de pesos.

3. Pero César Yáñez no tiene ese ingreso ni es funcionario público.

Por lo tanto:

4. Quien tiene la solvencia para pagar por una boda costosa es la esposa de César Yáñez.

5. No se pagó con dinero público.

Y por lo tanto...

6. Los ataques de la derecha contra AMLO y César Yáñez son infundados y no pasan de ser guerra sucia por el ardor que les causa que AMLO haya ganado la presidencia.

"¡Pero AMLO dijo que habría austeridad y esa boda fue fifí!" dicen los derechairos. Pero eso es una falacia por esto:

1. AMLO pregona austeridad en el uso del erario, no en el uso del dinero privado de cada quién.

2. La boda no se pagó con dinero púbico, sino con dinero privado.

3. Ni César Yáñez ni su esposa son funcinarios públicos.

Por lo tanto, no hay despilfarro de dinero público y la austeridad en el uso del erario que pregona AMLO no se ha roto.

¿Que la boda de César Yáñez es fifí? Sí, sí lo es. Y hasta de mal gusto si consideramos el menú que pretende ser finolis con langosta y otras yerbas, siendo que en el mejor restaurante de México, el Quintonil, no sirven esas mafufadas.

(O si consideramos que contratar a lo Ángeles Azules para que toquen en una boda es más bien Art Nacó.)

PEEEEERO....

Si la esposa de César Yáñez quiso usar su dinero para pagar por una boda fifí y pretenciosa, ¡pues es su dinero y ella sabrá en qué se lo gasta!

Malo que se hubiera pagado con dinero público. O que Yáñez o su esposa se hubieran enriquecido por años del sindicato de Pemex, como Romero Deschamps y su familia. Pero no fue así. El dinero es privado. Punto.

Ahora bien: reto a los derechairos que han atacado a Yáñez exigiéndole austeridad con su dinero que ellos mismos renuncien a sus riquezas. Me refiero en particular a León Krauze, ya que las empresas de su padre sí han recibido durante años millones de prsos en contratos públicos.

¿Y así se atreven a criticar a César Yáñez? Hipócritas y hocicones.


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