El viernes 24 de agosto Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que su "constitición moral" sería redactada por José Agustín Ortiz Pinchetti, Jesús Ramírez Cuevas, una ilustre desconocida, y una persona que difícilmente podría hablar de honestidad debido a que lleva años publicando engaños en La Jornada: Enrique Galván Ochoa.
Sí; Galván Ochoa lleva años publicando datos sin validez estadística como si se tratara de encuestas verdaderas, con lo cual se desinforma al público pero se le da atole con el dedo a sus lectores.
Mire usted:
Galván Ochoa empezó a hacer "encuestas" entre los lectores de su página de internet y publicó los resultados en su columna en La Jornada para tratar de validar su propia postura postura política. El detalle es que un universo de sus propios lectores no tiene validez estadística al no representar a un público representativo del país. Vaya, ni de la Ciudad de México. Pero él presentaba los números de la "encuesta" entre sus lectores como si eso validara los alegatos que pretendía hacer. En realidad a lo que equivalía era a presentar la postura de los que opinaban igual que él, que son los que tienden a leerlo.
Luego a Galván Ochoa le dio por hacer "encuestas" en Twitter. Mismo sainete; la encuesta era principalmente entre sus seguidores. Es decir, entre gente que ya estaba de acuerdo con él de todos modos. Y Galván lo presentaba como de alguna manera el que sus fans le aplaudieran validara su propia postura.
Eso es un caso gravísimo de deshonestidad intelectual que se le señaló a Galván durante años, pero que Galván siguió publicando en su columna, nadamás que teniendo el cinismo de poner en letra chiquita que la encuesta era entre sus seguidores. Es decir, Galván admitía que sus encuestas patito no representaban nada, ¡pero pero miren que impactante se ve en mi columna esta ruedota que dice que mis fans dicen que tengo razón!
Ah bueno, pues ese es uno de los redactores de la "constitución moral" del Peje.
De los otros tres, el único rescatable es José Agustín Ortiz Pinchetti, quien debió haber sido postulado para dirigir la CFE en vez del dinosaurio Bartlett. Puedo entender que Ramírez Cuevas esté incluido porque es de los principales sicofantes que le dicen que sí a todo a AMLO y que escriben lo que al Peje le gusta leer (o sea elogios), pero no hay justificación para poner a Galván Ochoa a escribir sobre moralidad cuando Galván Ochoa durante años ha cometido la inmoralidad de publicar datos que claramente engañan al lector con tal de edificar su propio ego. Porque ningún favor le hace al público publicando material que no informa, pero que le da atole con el dedo a sus propios fans.
En sí, la "constitución moral" del AMLO ya era una vacilada que el propio Benito Juárez no hubiera aceptado por sus tintes religiosos. Pero además escrita por alguien de probada deshonestidad intelectual como Galván Ochoa convierte a esa vacilada de AMLO en lo contrario de lo que pretende ser: en una inmoralidad.
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