miércoles, 22 de agosto de 2018

OJO porque @lopezobrador_ no tiene un plan B para lidiar con Elba Esther Gordillo

Por Victor Hernández

El lunes pasado, durante su reaparición en público, Elba Esther Gordillo tuvo el cinismo de decir que el proceso en su contra estaba basado en mentiras. Como si fuera creíble que sus riquezas fueron heredadas de su madre, una maestra rural.

Pero lo más grave estuvo en otra de sus declaraciones. Esta:

“Lamento que quienes debían defendernos no lo hicieron y nos traicionaron (...) Sus derechos los defenderemos con puntualidad. La dignidad del magisterio se volverá a valorar.”

Esa no es la declaración de alguien que ya se va a su casa a estarse en paz y a gozar con tranquilidad de sus riquezas mal habidas para ya no hacer olas. Esa es la declaración de alguien que regresa por sus fueros.

Y al que le va a tocar lidiar con eso es a Andrés Manuel López Obrador.

Por lo pronto AMLO mantiene buenas relaciones con los intereses de Gordillo por medio de su nieto, René Fujiwara. Pero al final eso puede resultar irrelevante porque al principio de este sexenio, Gordillo también se llevaba bien con Enrique Peña Nieto. Los problemas empezaron cuando Gordillo se le puso al brinco a Peña, quien optó por darle un quinazo.

AMLO no es tarado. Sabe perfectamente de lo que es capaz Gordillo porque él mismo la balconeó en 2006 mostrando en público la grabación de Gordillo con el gobernador priista de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, operando el fraude de Felipe Calderón.

El problema es que AMLO le está apostando demasiado a la "reconciliación" y no parece tener un plan B para aplicar en caso de que gente como Gordillo y otras figuras de la derecha corrupta en México no se quieran aplacar.

AMLO aún tiene unos meses para armar un plan de contingencia para lidiar con los que quieran seguirle con sus transas. Gordillo tiene adamás la ventaja que no se le puede juzgar dos veces por el mismo delito. Así que si no tiene un plan B, AMLO tendrá un serio problema este sexenio, ya que a estas alturas Gordillo ya no tiene nada que perder.

Lo único que podrá hacer AMLO entonces es controlar al magisterio desde adentro. Para eso, tendrá que asegurarse de que los dirigentes de la SNTE sean de izquierda. Si eso sucede, aunque Gordillo quisiera hacerla de jamón no podría, ya que no tendría suficiente poder en el sindicato para hacer nada.

Esperemos que AMLO se de cuenta de que no puede simplemente asumir que el país ya se va a aplacar y que los corruptos van a dejar de serlo sólo porque ganó las elecciones. Ese fue precisamente el error de Francisco I. Madero.

Y no; aliarse con Gordillo tampoco es opción. Ese fue el error de Vicente Fox y de Felipe Calderón.

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