La semana pasada declaró Andrés Manuel López Obrador que en su administración habrá “libertad completa, respeto al derecho a disentir, a la crítica. No habrá censura. No habrá casos lamentables como lo que sucedió cuando le cerraron el programa a José Gutiérrez Vivó, ni cuando cancelaron el programa de Carmen Aristegui, eso no va a suceder.”
Hasta ahí todo bien. Eso es lo que hemos estado reclamando desde hace años: que el gobierno no intervenga en el ejercicio de la libertad de expresión.
PEEEERO.... Luego de eso Andrés Manuel dijo lo siguiente:
“Voy a proponer un acuerdo de reconciliación para que estos dos grandes comunicadores (Aristegui y Gutiérrez Vivó) puedan tener su espacio y puedan mantener sus programas, y que se les reivindique, y que al mismo tiempo nunca más se vuelva a censurar un medio de comunicación.”
Agregó que haría eso “siendo muy respetuoso de los dueños de las concesiones.”
Lo cual, desde luego, fue aplaudido por los fans del Peje.
El problema es que inclusive "siendo muy respetuoso" de los medios, que el Presidente intervenga para que un medio recontrate a alguien sin que se haya violado alguna ley federal en la materia simple y sencillamente no está bien.
¿Qué dirían los fans del Peje si, por ejemplo, Enrique Peña Nieto hubiera intervenido para que recontrataran a Ricardo Alemán?
Sí, lo se; a Ricardo Alemán lo despidieron por tuitear sugiriendo que asesinaran a AMLO. A Carmen Aristegui casi la corren por preguntar si Felipe Calderón es alcohólico y luego la Casa Blanca, pero dando pretexto al meter la pata apoyando a la vacilada de "México Leaks". Son casos completamente distintos. PERO la intervención del gobierno, ya sea para despedir o para recontratar, simplemente está mal.
Simple y sencillamente el gobierno no debe meterse en las decisiones de los medios ya sea para bien o para mal. El gobierno intervino en los medios por lo menos desde el porfiriato. Ya es hora de que eso se acabe y que sea el público el que premie o castigue a los medios que cometen arbitrariedades.
Que es precisamente lo que está pasando ahora. La televisión y la radio pierde público e internet lo gana. Si AMLO de verdad quiere garantizar que no habrá arbitrariedades en los medios, lo único que debe hacer es ser imparcial, no meterse en los asuntos de los medios, y garantizar la libre competencia para que sea el público el que decida y no el gobierno.
De lo contrario, regresamos a lo mismo de siempre; medios donde se premia al que le cae bien al gobierno en turno. Si de verdad queremos que cambie el país, eso no debe seguir.
Ah, y por cierto: los PRIMEROS que deberían sostener lo que estoy diciendo en esta columna son Carmen Aristegui y Gutiérrez Vivó. Lo primero que debió haber dicho Carmen Aristegui es "muchas gracias, pero no gracias. No puedo ser parte de una intervención del gobierno en materia de medios de comunicación porque llevo años denunciando precisamente eso; que el gobierno intervenga en los medios."
Hasta donde se sabe, Carmen Aristegui no ha hecho un comunicado en ese sentido. Ni sus fans. Mal hecho. Porque entonces si un día la derecha regresa al poder -y en la democracia es perfectamente posible- si un día el PAN o el PRI meten la mano para favorecer a algún comunicador chayotero, la izquierda no tendrá autoridad moral para quejarse.
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