domingo, 15 de julio de 2018

Homilía dominical del Pr. Pomponio de Loyola a la feligresía de la parroquia de Cristo Rey de San Adolfo Hitler, Xalisco

Homilía dominical del Pr. Pomponio de Loyola a la feligresía de la parroquia de Cristo Rey de San Adolfo Hitler, Xalisco

Hijos míos,

Hoy les hablare de los borrachos y de los pendejos.

Si, se que estos ustedes los desdeñan e insultan.  Pero también son hijos de Dios y dignos de respeto.
Sobre los pendejos, les diré que México tiene los mas grandes yacimientos y reservas probadas de pendejo de todo el mundo mundial.  Los exportamos, si, aunque no en gran cantidad.  Y eso es porque el Center for Disease Control (Centro para el control de Enfermedades) de Atlanta, donde se combate el ébola y otras enfermedades, anualmente solo necesita un numero limitado de animales de laboratorio.  De ahí que la mayoría de los pendejos se quedan en México.  Esta es la voluntad de Dioj.

Feligresía: ¡amen!

También les quiero recordar que, si bien no todos han sido borrachos, todos los últimos presidentes han sido pendejos.  Así que también respetemos a los pendejos por su investidura.  Una vez más, el que México tenga puros pendejos en la silla es también la voluntad de Dioj.

Feligresía: ¡amen!

Bien, respecto a los borrachos, les recuerdo que el primer milagro de Cristo fue convertir agua en vino.  Es evidente que a Dioj le gustan los borrachos.  Lo cual me lleva a citarles la encíclica “ego te jodum” del papa Sinforoso XII:

“…Dioj protege a los borrachos de ahí que benditas son las pendejas que se casan con borrachos pues ellas llevaran en su vientre a los futuros borrachos y si no fuera por esas mujeres abnegadas la raza de los borrachos se extinguiría…”

Es por eso por lo que el vaticano le ha concedido la condición de “beata” a Meargarrita Zavala de Calderón.  Ella es de las mujeres que entienden que el sexo no es para gozar como afirma la propaganda comunista sino para darle hijos a un borracho.  De ahí que los cinco segundos que dura su marido en el guayabo no cuentan como pecado sino como una alabanza a Diosito.

Y ahora, móchense cabrones, que el compadre y yo nos tenemos que ir de peda contamos con que aqui hay pendejos que nos pagaran el vicio.

Pr. Pomponio de Loyola, S.J.

PD: si leen esto cuenta como ir a misa, siempre y cuando se mochen con la limosna

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