Luego de semanas de críticas de la izquierda contra Morena por la manera en la que están eligiendo candidatos haciendo "encuestas", finalmente César Cravioto, coordinador de Morena en la Asamblea Legislativa del DF, respondió:
Que fácil criticar la selección de coordinadores de #Morena cuando no se tiene la responsabilidad de llevar al partido a ganar la elección.
— César Cravioto (@craviotocesar) November 3, 2017
¡Ah chingá! ¿"La responsabilidad de llevar al partido a ganar la elección"? ¿O sea que en Morena lo que se busca es ganar "haiga sido como haiga sido"?
Porque eso es lo que parece decir César, a quien aprecio y respeto desde hace muchos años: Lo que hace Morena lo hace porque tiene la responsabilidad de llevar al partido a ganar la elección.
O por lo menos así sonó lo que dijo. Y si es así, entonces creo que César no está entendiendo que una elección no se gana sólo poniendo candidatos que el partido creen que son "populares."
Ejemplo: Morena debe estar bajo la impresión de que teniendo de candidato a Senador a Martí Batres ya tiene aseguradas las senadurías en el DF. Pero como ya expliqué en esta columna, no hay garantía de que Morena gane las senadurías del DF debido a dos factores: La alianza PAN-PRD-MC y el voto diferenciado de los que votan por AMLO (los que votan por AMLO votan MENOS por senadores lopezobradoristas).
En lo personal, si en Morena quieren poner candidatos por dedazo disfrazado de encuestas me vale mucha madre. Es asunto de ellos. Nadamás no pretendan vendernos que no son como los demás partidos. Si quiere AMLO poner directamente a los candidatos, pues que los ponga. Al final, encuesta o no encuesta, dedazo o no dedazo, todos los candidatos de Morena siguen la línea que ordena el Peje, así que ¿qué más da? A mi por lo menos no me molesta. Me parece lamentable, en todo caso, que insistan en que no son lo que sí son.
Ahora bien, si de lo que se trata es de ganar la elección, entonces las "encuestas" y demás faramalla no les garantiza el cumplir con esa "responsabilidad", como le llama César. Si de verdad quiere Morena ganar la elección van a tener que desarrollar una estrategia de campaña basada en números y estadística que les permita de verdad sacarle la vuelta a la compra de votos del PAN, PRI y PRD, y que les genere suficientes votos como para rebasar el margen de error en las encuestas que le permitiría al PRI y al PAN robarles la elección.
¿Dónde está esa estrategia, César? ¿Qué ha hecho Morena para evitar caer en los mismos errores que le ha impedido al lopezobradorismo ganar elecciones desde 2006?
Hasta el momento, toda la estrategia de Morena se centra en la figura de Andrés Mannuel López Obrador. Pero como ya expliqué, un porcentaje muy grande de votantes que votan por AMLO para presidente NO votan por candidatos lopezobradoristas para Senadores, Jefe de Gobierno, Alcaldes o Diputados. Eso quiere decir que estadísticamente, la figura de AMLO sólo les va a funcionar como gancho electoral hasta cierto punto y después de eso ya no va a funcionar. ¿Qué van a hacer al respecto?
No lo estoy inventando. Lo expliqué con números concretos en la columna que ya mencioné. Las campañas electorales ya no se ganan con imagen, sino con números y estadísticas. Pero Morena simple y sencillamente no está haciendo caso. Creen que en automático la gente va a votar por AMLO cuando estadísticamente no es el caso cuando se refiere a candidatos que NO son AMLO.
¿Quieren cumplir con la responsabilidad de ganar la elección, César? Entonces olvídense de las encuestas y de todas esas jaladas (pongan a quienes se les pegue la gana de candidatos y ya) y enfóquense en lo que de verdad es importante: en implementar la estrategia de NÚMEROS que les garantice los VOTOS necesarios para poder ganar la elección.
Porque OJO: En el DF Morena sólo tiene garantizada la Jefatura de Gobierno y menos de 10 diputaciones locales. Lo demás está en veremos porque la suma de votos del PAN y del PRD es lo suficientemente fuerte como para que se lleven la mayoría de las diputaciones locales. De nuevo: el problema es el voto diferenciado.
¿Cómo pueden resolver eso? Pregúntenme, César. Ni que no me conocieran.
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