viernes, 20 de enero de 2017

Colegio Americano, NL: Aristegui pifió gacho @sladogna




Reproduzco de forma textual parte de los contenidos que el portal Aristegui Noticias dio a conocer de un reportaje efectuado por Carmen Aristegui al Dr. Giussepe Amara, a quien ella presentó como siendo un psicoanalista y un gran especialista.

Dejo al lector leer, al final de este texto un link para escuchar al personaje que fue reporteado. Les solicito a los gentiles lectores responder algunas preguntas: ¿A quién están escuchando en ese reportaje a un psiquiatra, a un psicólogo, a un sacerdote, a un vendedor de sistemas de seguridad, a un representante de una agencia de detectives, a un psicoanalista? Segunda pregunta: Ahora que se ha puesto de moda levantar la moral y esgrimir el dolor de las familias para censurar el vídeo que de forma ilegal las cámaras de la escuela tomaron y siguen tomando de alumnos, profesores y parte del personal administrativo en esa escuela, después de la censura al vídeo que mostraba el atroz, trágico pasaje al acto del joven Federico luego ¿Considera usted que este reportaje respeta a cada un@ de las afectad@s? Es terrible observar que Federico fue más allá de la moralina, no esperó a la Justicia del sistema, habiendo cometido lo que cometió se quitó la vida, parafraseo en acto al escritor Dostoievski Crimen y castigo 

"(19/01/2017)En entrevista para Aristegui en vivo,¨(detalló el Dr.Giussepe Amara) detalló que se trata de un “suicidio con asesinato”, en el que “matan a otros y luego la persona se suicida”; el “modelo más frecuente es el estadounidense”.Se trata de una “pequeña minoría de suicidios juveniles”, que alarman, están aumentando, pero aún así siguen siendo “raros”.

“Parece copiado por este sujeto”, consideró.“Habría que ver a través de los padres o personas cercanas si había conductas violentas en él”, indicó. Esto, para establecer si tenía un trastorno mental.“En este caso no hay culpa y hay bastante frialdad. Sobre todo si se confirma que él ya había avisado de esto en las redes” lo que finalmente ocurriría la mañana del miércoles.Se exponen a que algo los dañe. Se cortan el antebrazo, la muñeca, hay conducta propositiva, agresiva, parece que anduvieran buscando la muerte como diría la canción de Jorge Negrete”, ejemplificó.

“Habría que ver si había trastorno por déficit de atención. Si no es psicopatía podría ser depresión, pero esta no es causa suficiente“, sostuvo.

“En este caso podría haber exceso de narcicismo, alguien que quiere resolver algo, no sentirse querido, alguna desventaja escolar, tiene que haber múltiples factores, pero es una situación sin solución… lo que no tiene solución solo se resuelve a balazos”, explicó sobre lo que hizo el joven de tercero de secundaria.

Ante la pregunta de qué cosas hay que observar en los adolescentes, comentó que en este caso “lo que llama la atención es que en este país está prohibida la compra y venta de armas. ¿Por qué este joven tenía tanta práctica? Era hábil, ensayó. Tenía un arma y un cargador. Está familiarizado con las armas, cualquier familia que sepa esto de sus hijos debe tener precauciones”, alertó.

Sobre el manejo del arma, comentó que ese hecho “debería alarmar a cualquier” padre.

“Había que escuchar al joven, cómo se expresa, más allá de insolencia, el trasfondo, el tono, el rostro, la amenaza”, indicó.

Por lo general, “son personas como orgullosas, desafiantes, eso hay que tomarlo muy en cuenta”.

“Por la familiaridad con las armas hay que ver con quién se vincula, la conducta violenta se aprende, se ejercita”, aseveró.

“Habría que ver si él estaba vinculado (a un grupo violento) o era totalmente aislado”, señaló.

Recordó que a la edad de 15 años, los padres tienen el derecho de conocer su vida íntima, “ver si está vinculado con alguna asociación”.

“No se requiere ser psicópata para matar o destruir, basta que se conviva con psicópatas”, expuso.

“Si los papás no tenemos control de con quién van nuestros hijos, los papás tienen que preguntar”, recomendó.

Actualmente, el psicoanalista reconoció que “entre padres e hijos no hay lenguaje íntimo, hay funcional pero no íntimo”. “A veces algún pariente se abren un poco más de lo formal y pueden delatar una actitud”.

La “crisis familiar creciente” que se puede notar hoy por hoy debe motivar a los padres a que “tener un control” sobre los hijos. 

“No es tan importante el contacto con programas violentos”, consideró. Y es que “eso no influye tanto como el contacto con muchachos con comportamiento agresivo”. 

“La conducta se aprende a través de otras conductas”, apuntó.

“Hay una juventud que lo quiere todo con poco esfuerzo y hay un resentimiento. Hay que ver si es una conducta aprendida”, insistió.

En el agresor, hay una “situación muy conflictiva que no tiene solución” y el “asesinato con suicidio es la más grave, la más explosiva”.

El psicoanalista llamó a los padres a “acercarse al diálogo”, “tener reuniones con las personas que los jóvenes se comunican”, pues “los muchachos después de 12 años, 13 años, ya no oyen a los padres, los ven como figuras obsoletas, caducas, hay una pérdida de confianza”, y entonces “el muchacho no toma en cuenta al padre para nada”.

Por ello hay que tomar “en cuenta a los muchachos con los que se vincula”.

En el caso de lo ocurrido en Monterrey, “si se comprueba que su vínculo era con personas violentas se complica más”, dijo.

“Nosotros somos producto de nuestra conducta”, subrayó.

La tendencia de jóvenes mexicanos puede ser “no me suicidio pero busco quien me mate”, y “ahora se hacen las dos cosas: sí me voy a matar pero primero me echo a varios, la manera norteamericana”.

Una señal para los padres, agregó, debe ser “si descubren que tienen un cuchillo bajo la almohada” o peor aún si le encuentran una pistola.

En el caso del joven de Nuevo León, “sin duda hubo muchos indicios previos pero no nos dimos cuenta”.




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