sábado, 8 de octubre de 2016

Si el Congreso no frena a la comida chatarra, lo van a pagar todos con un colapso del IMSS

Por Victor Hernández

De acuerdo con El Universal, en México 7 de cada 10 adultos y 4 de cada 10 niños tienen problemas de sobrepeso y obesidad.

La obesidad y la mala alimentación de la cual proviene son causas de diabetes e hipertensión.

El detalle es que de acuerdo con el director del ISSSTE, tan sólo 7 enfermedades consumen el 20% del presupuesto del ISSSTE, entre las cuales están la diabetes, la hipertensión, el sobrepeso y la obesidad.

La causa principal causa de la obesidad, que a su vez lleva a la diabetes, es la comida chatarra. Mientras más aumenta el consumo de comida chatarra en México, más aumenta la obesidad.

"¡Pero si ya le pusieron impuesto a las sodas!" dirán algunos. Sí, pero no fue suficiente. A pesar del impuesto a las sodas, las refresqueras venden más producto.

Y no son sólo las sodas. También es la proliferación de comida industrializada y restaurantes de comida rápida: pizzas, hamburguesas, pollo frito, etc. Todas esas porquerías incrementan la obesidad.

Para que de verdad se pueda frenar el incremento en la obesidad se tendrían que poner impuestos realmente altos a la comida chatarra. 50% o 100% de impuestos, que se usen para el presupuesto del IMSS, por ejemplo. Ya que si el problema de obesidad sigue creciendo, en unos años el IMSS se va a colapsar.

Y quien lo tendrá que pagar con impuestos será usted, el contribuyente.

O bien, si en México nos queremos parecer al primer mundo, entonces que hagan como en Inglaterra, en donde el Sistema Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés), el cual es gratuito y universal, y se paga con impuestos, de plano anunció que le van a negar cirugías no-urgentes a personas con sobrepeso, con obesidad, y a fumadores.

Sólo les permitirán tener las cirugías nuevamente si vajan 10% de su peso o si demuestran que dejaron de fumar durante 8 semanas.

Lo mismo se podría hacer en México; negarle el acceso a algunos servicios médicos a quienes no bajen de peso. Y desde luego subir de manera severa los impuestos a la comida chatarra, además de prohibir la venta de comida chatarra a por lo menos 3 cuadras de distancia de cualquier escuela.

Ya nisiquiera lo digo por la salud de la gente, que evidentemente le vale madre su salud y sigue tragando esas porquerías (porque no les alcanza para otra cosa, sí, pero muchas veces por gusto), sino por el problema al erario que la obesidad va a causar a futuro.

Lamentablemente, tanto el PRI como el PAN se han puesto del lado de la industria de la chatarra y han impedido que de verdad se elimine la chatarra de escuelas y que se disminuya en los hogares mexicanos.

No me hago las ilusiones en este tema con los gobiernos de izquierda, debo decir. Ni con Cuauhtémoc Cárdenas, ni con López Obrador, ni con Marcelo Ebrard, ni con Mancera se ha hecho nada en el DF contra la comida chatarra. Cacarea mucho Mancera el programa "Médico en tu casa", pero ¿de qué sirve tener médico en casa si es la propia gente la que se desmadra la salud comiendo comida chatarra?

Tal vez lo que Mancera debería hacer es el programa "comida saludable en tu casa" y que la gente pueda ordenar comida que no le enferme a domicilio en vez de ordenar pizzas y pollo de KFC. De otra manera, no tiene mucho sentido que los médicos vayan a la casa de la gente que va a seguir enfermándose por lo que se come de todos modos.

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