sábado, 3 de septiembre de 2016

J. Beasly-Murray: orden social, hábitos, afectos @sladogna

La hegemonía no existe, ni nunca ha existido. Vivimos en tiempos posthegemónicos y cínicos. Con estas palabras comienza Jon Beasley-Murray su razonamiento sobre lo que llamaremos la “política de los afectos”, que no es “una” política específica, cuanto un re-enfoque útil para cualquier política.
El autor de “Posthegemonía” asegura que el papel de las ideologías y de las retóricas, de las ideas y argumentos resulta secundario a la hora de afirmar (o de interrumpir) el “efecto sociedad”, el cual no se desarrolla jamás como una “articulación hegemónica” (a la Laclau), ni bajo las dinámicas de una supuesta“contra-hegemonía”, tan cara a las izquierdas latinoamericanas (a la Gramsci).
Por el contrario, el orden social se asegura por medio de hábitos y afectos, plegando el poder constituyente de la multitud sobre sí misma para producir la ilusión de trascendencia y soberanía.


Con la contundencia de una escritura tan deslumbrante como apresurada Beasley afirma que sólo la “posthegemonía” nos permite comprender el fenómeno de la dominación (fase en la que hay que incluir el giro a la izquierda de los gobiernos progresistas de sudamérica), como el de la revolución: También el cambio social se logra por medio del hábito y el afecto, afirmando el poder constituyente de la multitud. Se trata de dejar de pensar la política alrededor de la coerción y del consenso, para volver a concebirla desde abajo, en su dinámica real constituyente (Frases tomadas de Adiós a la hegemonía: por una política de los afectos por Juan Pablo Maccia). Aquí un vídeo de Jon Beasly-Murray de 8 minutos:

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