jueves, 1 de septiembre de 2016

J Beasley-Murray: cambio social cuerpos, afectos y hábitos @sladogna


Les presento el método de Jon Beasley-Murray para la escritura de su libro: Poshegemonía: Teoría política y América Latina ,
donde despliega un interesante debate y puesta en cuestión de las propuestas de Ernesto Laclau (La razón populista, ver en https://moodle.ufsc.br/pluginfile.php/1348467/mod_resource/content/1/Ernesto-Laclau-La-razon-populista.pdf .

Ofrecemos fragmentos de un reportaje efectuado por Amador Fernández- Savater
(cfr: http://www.eldiario.es/interferencias/Podemos-hegemonia-afectos_6_358774144.html), luego un vídeo con la presentación efectuada en Perú a cargo del autor.

John Beasley-Murray (@jbmurray) ha dedicado el largo trabajo de investigación culminado en su libro Poshegemonía a cuestionar esta mirada sobre el orden social y esta comprensión 'discursivista' de la hegemonía, muy basada en la capacidad de articulación comunicativa de los intelectuales. Y no sólo. A partir de un minucioso acercamiento a los movimientos políticos latinoamericanos del siglo XX (el peronismo, los movimientos de liberación nacional y las guerrillas, etc.),Poshegemonía propone también otra lectura de lo que hace y deshace el orden de las cosas, de lo que sostiene la dominación y de lo que anima la revuelta, convirtiéndose en una aportación imprescindible a la discusión teórica que acompaña a las luchas contra el neoliberalismo.


Pregunta- Pablo Iglesias decía ...que “la ideología es el principal campo de batalla político”. Tú sin embargo lo ves muy diferente...

Jon Beasley-Murray: Sí, desde luego. Me parece que esa idea (de que "la ideología es el principal campo de batalla") implica que la tarea política más urgente es la de educar a la gente, mostrarles que las cosas no son cómo aparecen. Por eso los proyectos de hegemonía son siempre esencialmente proyectos pedagógicos y la teoría de la hegemonía otorga tantísima importancia y centralidad a los intelectuales...Es un error histórico de la izquierda occidental.

Más allá de la condescendencia implícita, lo que presupone esta actitud es que lo que cuenta en el fondo es la opinión y el saber. Y yo estoy más bien de acuerdo con lo que dice Slavoj Zizek: en general, la gente ya sabe, sabe que el trabajo es una esclavitud, sabe que los políticos son unos mentirosos y los banqueros unos ladrones, que el dinero es una mierda y los ricos no lo son por una virtud propia, que la democracia liberal es un fraude y que el estado reprime más que libera, etc. Todo eso es parte del sentido común actual. Y aún así, cínicamente, actuamos como si estas ficciones fueran verdaderas.
Aquí el vídeo:


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