martes, 9 de agosto de 2016

Depa de Angélica Rivera en Miami fue comprado cuando inició noviazgo con EPN en Edomex (cc @guardian)

Por Victor Hernández

El departamento 404 de Ocean Tower One en Key Vizcaine, Miami, comprado por Grupo Pierdant y hoy usado por Angélica Rivera, fue adquirido por Pierdant en 2009, año en el que Rivera ya tenía una relación formal con Enrique Peña Nieto, en ese entonces gobernador del Estado de México.

Rivera acababa de dejar de trabajar como imagen del gobierno de Peña Nieto, dejando el papel a la también actriz de Televisa, Lucero, debido a que ya era conocida la relación entre Rivera y Peña Nieto.

Un video de diciembre de 2008, por ejemplo, muestra a Rivera despidiéndose de ser imagen del gobierno de Peña Nieto en Edomex y presentando a Lucero:


https://youtu.be/i7czRODT79w

De acuerdo con Expansión, Peña Nieto y Rivera empezaron a aparecer juntos en eventos políticos, sociales y deportivos a mediados de 2008, sin reconocer formalmente una relación sentimental.

El mismo artículo de Expansión menciona que en junio de 2009, cuando ya circulaban rumores sobre su relación, Rivera admitió formalmente el noviazgo con Peña Nieto en una entrevista a la revista Quién, una de las tantas revistas del corazón de las que se valió Peña Nieto para hacerse proselitismo usando de pretexto su relación con Rivera.

Rivera no quiso decir la fecha en la que se formalizó el noviazgo, pero en 2009 empezó a realizar trámites para anular su matrimonio religioso con José Alberto Castro.

Es precisamente en 2009 que Grupo Pierdant compra el departamento directamente arriba de un departamento que Rivera ya había comprado en 2005 con el número 304, mismo que, de acuerdo con The Guardian, fue anexado desde entonces al departamento de Rivera.

"En 2009 Pierdant compró la unidad 404 en Ocean Tower por medio de una empresa, Biscayne Ocean Holdings, aparentemente para ese propósito (anexarlo al departamento de Rivera)", publicó The Guardian.

"Desde entonces (Ricardo Pierdant, dueño de Grupo Pierdant) árece haver dejado que la primera dama use la propiedad como una adición a su otro departamento, en efecto permitiend que sean administrados como una sola unidad," agregó el diario inglés.

"Las propiedades comparten el mismo número de teléfono. Una mujer que respondió en español, y que se identificó sólo como María, dijo que paquetes para Rivera podrían ser enviados a cualquiera de los dos departamentos", añade The Guardian en clara alusión a la llamada telefónica que hizo Julio Roa al departamento de Rivera para verificar su existencia.

Cabe señalar que Roa hizo públicas las llamadas y publicó un reportaje al respecto, pero los medios en México lo ignoraron. Fue hasta que The Guardian retomó la investigación de Julio Roa que algunos medios en México hablaron al respecto, en aparente malinchismo y desdeñando a los medios ciudadanos.

La coincidencia entre la fecha de la compra del departamento de Rivera en Miami y el haberse hecho pública de manera formal el noviazgo entre Rivera y Peña Nieto despierta la sospecha de que el departamento pudo haber sido un soborno para obtener beneficios del gobierno priista de Enrique Peña Nieto en el Estado de México, donde Grupo Higa también fue una de las empresas más favorecidas.

De hecho, la manera en la que Rivera anexó el departamento comprado por Pierdant es exactamente igual a la manera en la que Rivera fue favorecida con la Casa Blanca de Las Lomas construida por Grupo Higa, puesto que esa casa se construyó en un terreno aledaño a una casa que ya tenía Rivera con la intención de anexar ambas propiedades.

Pero Pierdant no dejó de favorecer a Rivera al terminar la administración de Peña Nieto en Edomex. De acuerdo con The Guardian, en 2014 Grupo Pierdant pagó los impuestos a la propiedad, por casi 30 mil dólares, tanto para el departamento 404 como para el departamento 304, oficialmente propiedad de Rivera.

Hoy Grupo Pierdan busca un contrato del gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto para la administración de puertos martítimos, mientras que la hermana del dueño de Pierdant recibió más de 60 mil pesos en asesorías para el sector energético en el gobierno de Peña a pesar de haber sido despedida de Pemex en 2011 por negligencia.

Y puesto que la prensa mexicana no se atreve a tocar el tema, tendrá que ser The Guardian -o ciudadanos- los que investiguen si Pierdan obtuvo beneficios del gobierno del Estado de México cuando Peña fue gobernador, lo cual establecería conflicto de intereses entre Peña y Pierdant desde ese entonces.

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