martes, 17 de mayo de 2016

De los errores de @EnriqueKrauze sobre 2018 y de los aplaudidores que lo traicionarán

Por Victor Hernández

No suelo leer las declaciones sobre política de Enrique Krauze porque se que no voy a estar de acuerdo. Cuando recientemente se puso a insultar por Twitter a Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, llamándolo "mesiánico", no me enteré hasta que AMLO mordió la carnada y cometió el error de responderle a Krauze, tan sólo para dar pie a que uno de los principales aplaudidores de Enrique Peña Nieto (con pago de 15 millones de pesos al año por aplaudirle) y de Javier Duarte (con pago también millonario por ser también su textoservidor) se pusiera a defender a Krauze... por conveniencia.

Pero el pasado sábado 14 de mayo me enteré por una nota de Proceso que Krauze había dado una entrevista al diario el País en la cual dijo varias cosas sobre la elección de 2018 que no se pueden ver sino como errores garrafales por parte de Krauze.

Krazue pretendió criticar al PRI llamando al gobierno de Peña Nieto "decepción", aunque en lo sustancial le aplaudió, elogiando las reformas privatizadoras. ¿Por qué decepción, según Krauze? Por la corrupción y la violencia. ¿De verdad pensaba que no habría corrupción con el PRI de regreso en el poder? Me parece una postura demasiado ingénua para Krauze.

Casi diría que Krauze no está siendo ingénuo, sino que está buscando la manera de justificar los aplausos a la privatización de Pemex que, hasta el momento, sólo ha tenido como resultado precios más altos de gasolinas, importación de gasolinas que contaminan más, una explosión en el complejo petroquímico de Pajaritos, el desmantelamiento de la infraestructura petrolera propiedad de la Nación, y el despido de miles de trabajadores sin tocar ni por asomo al corrupto líder del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps, a quien Krauze no menciona.

Respecto al PAN, critica que Fox sólo se haya limitado a sacar al PRI de Los Pinos, omitiendo mencionar que Fox luego se hizo aliadao del PRI -vía Elba Esther Gordillo- y al final se convirtió en propagandista de Peña Nieto.

A Calderón le critica la guerra contra el narco, misma que Krauze defendió de manera implícita en un texto para el New York Times en 2008, en el cual pidió que los medios mexicanos no mostraran las fotos de la violencia del narco. Yo escribí en ese entonces un texto criticando a Krauze por su ayuda implícita a Calderón y su respuesta fue ir a una estación de radio a decir, sin mencionarme por nombre, que yo estaba "tomando el rábano por las hojas."

Pero con quien Krauze mostró saña y no crítica fue con Andrés Manuel López Obrador. Que porque "la medicina que propone sólo agravaría la situación de forma irremediable. Instauraría un caudillismo populista, deconstruiría lo poco que llevamos de democracia y derrumbaría el model económico. Evidentemente, es un modelo que debe corregirse porque tiene graves problemas de corrupción, desigualdad y pobreza, pero la solución no radica en un estatismo nacionalista populista."

Voy a responder punto por punto a lo que dijo ahí Krauze porque me parece que es guerra sucia y debería darle vergüenza a Krauze estarlo repitiendo a los medios:

1. Andrés Manuel López Obrador no podría instaurar ningún caudillismo ya que no tiene los votos para controlar todo el aparato del Estado.

De acuerdo con las encuestas más recientes, AMLO tendría 26% del voto en 2018. Ganaría sólo por la división del voto de derecha que causaría la candidatura de Jaime Rodríguez "El Bronco", partiendo la elección de una elección de tercios, como ha sido en los últimos 2 sexenios, a una elección de cuartos.

Pero como no habrá candidatos independientes que puedan ganar diputaciones y senadurías en 2018, los votos que tenga El Bronco para la presidencia se repartirían entre el PRI y el PAN, subiendo sus porcentajes a entre 25% y 27% cada uno. Eso sumaría más del 50% del control del Congreso. Siendo el caso, sería imposible para Andrés Manuel López Obrador gobernar como se le pegara la gana, ya que tendría a más de la mitad del Congreso en su contra.

Morena, el partido político de AMLO, sólo tendría 26% del voto en el más optimista de los casos. Inclusive si se le sumara el 8% que tiene el PRD y a lo mejor un 2% del PT, sumaría un total de 36% del control del Congreso. Con esa cantidad de votos AMLO no podría aprobar ninguna ley más que negociando con el PRI y con el PAN, partidos que diluirían cualquier propuesta de AMLO de manera considerable.

¿Por qué le teme entonces Krauze a López Obrador si llegaría súmamente acotado al poder?

2. AMLO no deconstruiría lo que llevamos de democracia.

¿Y exáctamente qué llevamos de democracia? ¿La compra de votos de Enrique Peña Nieto con tarjetas Soriana y Monex? ¿El pacto de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón para que el PRI le de votos al PAN a cambio de apoyo al PRI que documento fielmente Álvaro Delgado en su libro El Amasiato? ¿La fraudulenta elección de 2006 cuyo resultado real hasta la fecha se desconoce? ¿El intercambio de impunidades entre PAN y PRI con el Pemexgate y los Amigos de Fox?

¿Eso es democracia para Krauze?

Pero vamos a suponer que hubiera algo de democracia en México. Bien. ¿Cómo la va a "deconstruir" López Obrador tiendo a dos terceras partes del Congreso en su contra? Debería darse de santos López Obrador, en todo caso, de que el PRI y el PAN no modifiquen la Constitución para poder hacerle juicio político como se lo hicieron a Dilma Rousseff en Brasil. Porque eso es exactamente lo que pasará si AMLO gana las elecciones; el PRI y el PAN se apresurarán a modificar la Constitución para remover a AMLO del poder cuando les venga en gana, a sabiendas de que tendrán la mayoría de diputados y senadores.

3. AMLO no derrumbaría el modelo económico.

Las propuestas de AMLO respecto al modelo económico son en realidad cinco:

1. Que el Estado controle el sector energético. Eso ya había ocurrido antes y no le hizo daño al país. Al contrario: es con las privatizaciones, a partir de los 80s, cuando se dan las peores crisis económicas en México, particularmente la de 1994-1995, y la actual.

2. Que se elimine la consolidación fiscal (hoy con otro nombre) para que las grandes empresas paguen el ISR completo en vez de eludirlo gracias a huecos en la ley. Esto no es sólo propuesta de AMLO. También lo ha propuesto Barack Obama en Estados Unidos.

3. Que se elimine el gasto del gobierno en lujos.

4. Invertir en obras de infraestructura para reactivar la economía. Estas obras serían realizadas por empresas privadas.

5. Ampliar la competencia eliminando monopolios privados. Ejemplo; no hay competencia en telecomunicaciones porque con todo y reforma de telecomunicaciones, Televisa sigue siendo un monopolio virtual que impide que su competidor principal, Carlos Slim, pueda tener televisión de paga. Eso sí; Televisa, vía Izzi, antes Cablevisión, tiene televisión de paga, internet y teléfono.

A excepción del control del sector energético por parte del Estado, lo cual funciona muy bien, ninguna de las propuestas de AMLO promueven el estatismo que dice Krauze que derrumbaría al model económico. De hecho lo debilita al reducir el gasto oneroso del gobierno. ¿De qué está hablando entonces Krauze? ¿Habla sin saber o de plano lo hace con el propósito explícito de engañar a la opinión pública?

Ahí no acaba la cosa con los errores de Krauze en sus declaraciones a El País. Cuando le preguntan sobre las candidaturas indpendientes para la presidencia en 2018 dice:

Todavía no tenemos en el ámbito nacional ninguna figura que encarne lo que El Bronco significó en Nuevo León. Por eso hago un llamamiento a esos jóvenes, a la generación x y los millennials, que tienen entre 25 y 40 alos, para que se organicen. Tienen que clausurar su adolescencia. Pasar de la indignación de las redes sociales a la construcción institucional. Aún estamos a tiempo de un candidato nacional joven.

A lo del "candidato nacional jóven" (que en realidad lo que sugiere es que o Enrique Krauze quiere apoyar desde ahorita a Aurelio Nuño, o quiere que su hijo, León Krauze, sea candidato a la presidencia) le añade sobre Peña Nieto, de quien también decían en la derecha en 2012 que era un candidato "joven" y por lo tanto más deseable:

...hay decepción con el presidente, porque siendo un hombre joven, actúa como viejo, tienen ademanes de viejo. Esa es la razón de que genere tanto rechazo entre los jóvenes.

Hay deshonestidad intelectual en esa declaración de Krauze, ya que la pudo haber dicho cuando Peña era gobernador del Estado de México o cuando fue literalmente corrido de la Universidad Iberoamericana por sus estudiantes... jóvenes. Pero no; lo dice ahora que Andrés Manuel López Obrador es nuevamente el puntero para la presidencia y buena parte de sus votos vienen de estaudiantes universitarios.

Pero el error más grave de Krauze -que ya no me queda claro si es por impericia en análisis político o por dolo- es suponer que la generación X o los mal llamados millennials van a preferir a un candidato joven sólo por la edad.

Prueba dura de que no es el caso es la enorme popularidad del precandidato socialista a la presidencia de Estados Unidos, Bernie Sanders. Con 75 años de edad, Bernie Sanders es el favorito entre los votantes jóvenes de Estados Unidos "millennials."

No lo digo yo. Lo dijo Bloomberg en un artículo publicado el pasado primero de febrero de 2016 con el titular What Millennials Like About Bernie Sanders (lo que a los millennials les gusta de Bernie Sanders). Del cual cito traducido del inglés:

Bernie Sanders es el candidato más viejo en la carrera presidencial, pero hasta el momento, él parece ser el candidato de la generación más joven. De acuerdo con una encuesta reciente, Sanders es favorecido por 46 porciento de los votantes entre las edades de 18 y 34 años, mientras Hillary Clinton es preferida por 35 porciento.

Paréntesis: Hillary Clinton tiene casi 70 años de edad. Pero sigamos con lo que dice Bloomberg:

En el Wall Street Journal, Peggy Noonan ofreció una explicación diferente del carisma de Sanders, argumentando que los votantes jóvenes se le acercan porque ellos (los votantes jóvenes) cuestionan al capitalismo en sí.

Tal vez eso sea parte de ello; en efecto, los millennials son más propensos que las generaciones anteriores a favorecer "un gobierno grande que sea proveedor de más servicios." Pero creo que su encanto tiene mucho más que ver con la idea abstracta de la transformación que con un movimiento específico hacia la extrema izquierda.

¿Qué le hace suponer a Krauze que los mismos "millennials" mexicanos que usan las mismas máscaras de Guy Fawkes para protestar, los mismos medios cybernéticos (internet, smartphones, tablets, computadoras), que consumen el mismo entretenimiento (videojuegos, internet, cine, música), y comparten prácticamente la misma cultura contestataria que los millennials de Estados Unidos van a ser tan ingénuos como para preferir a un candidato a la presidencia simplemente por ser joven y no por sus ideas?

Sanders, por cierto, tiene las mismas propuestas de Andrés Manuel López Obrador: terminar con los privilegios de los más ricos; educación superior gratuita; seguro médico universal gratuito; igualdad económica; igualdad de género; inclusión para los grupos minoritarios; y meter a raya a las grandes corporaciones multinacionales, particularmente a las petroleras.

Esas ideas son las que prefieren los millennials. Y las prefieren con quien las proponga independientemente de su edad.

"Ah, pero está el caso de Justin Trudeau en Canadá," podría decir Krauze. Lo cual sería falaz.

Justin Trudeau, el nuevo Primer Ministro de Canadá por el Partido Liberal (algo así como el PRI canadiense, pero sin toda la porquería del PRI), tiene 45 años. Es entre comillas "jóven." Pero no ganó las elecciones el año pasado por ser joven. De hecho, su perfil es increíblemente inadecuado para ser Primer Ministro, debido a que es visto como un junior no muy brillante.

¿Por qué ganó entonces? Porque la opción era Stephen Harper, el derechista ex primer ministro que además de haber perjudicado a la economía canadiense luego de estar 10 años en el poder, entró en un discurso de racismo y xenofobia anti-musulmán que no le gustó a los canadienses. Sí; en sus desesperación por aferrarse al poder, cuando sabía que las encuestas no le favorecían, Harper se montó en el discurso anti-musulmán que le funcionó muy bien a Benjamin Netanyahu para ganar las elecciones en Israel. Pero en Canadá fue un fracaso.

Fue tan lamentable lo que estaba pasando con Harper que hasta John Oliver hizo un llamado a no votar por él con la ayuda del comediante canadiense Mike Myers:


https://youtu.be/0V5ckcTSYu8

Si no entendieron lo que dice el video, dice lo siguiente: el partido socialista de Canadá no ganó debido a que su candidato era pésimo. Justin Trudeau, por lo tanto, a pesar de que los medios canadienses lo tacharon de no ser inteligente, no ganó por su juventud, sino porque Harper, entre otras cosas, como debilitar las leyes ambientalistas de Canadá, se mostró racista.

"Momento. Eso es lo que dice un programa de comedia. Harper no pudo haber perdido por eso," habrá quien diga. Bien. Veamos entonces este titular del sitio Vox.com:

"Cómo la apuesta islamofóbica de Stephen Harper se le regresó y le costó la elección en Canadá."

El artículo explica por qué perdió Harper y por qué no ganó el partido socialista a pesar de haber quedado en segundo lugar en la elección presidencial anterior. Cito el primer párrafo del artículo:

Estando atrás en las encuestas este otoño, el Primer Ministro Canadiense Stephen Harper sacó una hoja de un popular libreto y trató de desviar la atención de la fallida economía de Canadá inyectando una fuerte dosis de islamofobia a su campaña.

Otro párrafo del artículo explica por qué la islamofobia de Harper le costó también la elección al partido socialista luego de que Harper tratara de hacer campaña oponiéndose a que las mujeres musulmanas usaran el niqab (similar a la burqa) aunque esa fuera su preferencia. Cito:

La misión del NDP (partido socialista) era superar a su base entre los fracoparlantes y lograr que los angloparlantes progresistas abandonaran al partido liberal y se prefierieran al NDP como la verdadera voz del cambio en Canadá. Eso llevó a Mulcair (el candidato socialista) a oponerse a Harper en el tema del Niquab, y a defender al sentimiento pro-multiculturalista generalmente encontrado en la izquierda angloparlante. Pero fue una postura muy impopular en Quebec, donde los votantes son de izquierda en temas económicos pero tienden a aderirse a rígidas ideas de estilo frances sobre secularismo que frecuentemente crean controversia con las comunidades musulmanas.

En otras palabras, Harper perdió por racista y xenófobo. Y el partido socialista perdió porque sus votantes son intolerantes de las prácticas religiosas en general y no les gustó que su candidato defendiera a las prácticas relgiosas musulmanas.

Por lo cual reitero: Trudeau no ganó por ser joven. Ganó porque tuvo mucha suerte. De no haberse dado el tema de del niqab, es mucho más probable que hubieran ganado los socialistas.

Y por lo cual reitero: ¿de dónde saca Enrique Krauze que los millennials prefieren a un candidato por su edad y no por sus ideas?

Esa postura claramente ofende a la inteligencia de los millennials y muestra una profunda falta de información sobre el público del cual está hablando.

O bien, muestra un interés en hacerle creer a alguien (a la derecha, supongo) que debe apoyar a un candidato joven aunque sus ideas sean las mismas que las de Carlos Salinas de Gortari.

Ese candidato "joven", como ya mencioné, es Aurelio Nuño en el PRI. Se podría decir también que es Ricardo Anaya en el PAN. O bien, León Krauze si tomamos como referencia lo siguiente:

El aplaudidor que le festejó a Krauze su ataque a Andrés Manuel López Obrador tuvo la ocurrencia de pretender que Gerardo Fernández Noroña fuera candidato independiente a la presidencia. Semejante idea es una tontería, desde luego. Pero para quien la promovió es negocio redondo. Por un lado obtiene más millones del PRI por ayudarles a dividir el voto de izquierda y así impedir que AMLO llegue al poder. Por el otro, significaría millones de pesos en dinero para campaña (hasta 336 millones de acuerdo con el último tope de campaña presidencial) del cual se podría llevar una muy buena tajada en "asesoría" y "publicidad".

Ignoro si el aplaudidor del PRI en cuestión le calentó la cabeza a Enrique Krauze para que postular a su hijo a ser candidato a la presidencia. Si fue así, no fue por una creencia política en la juventud, sino por una creencia en la lana. Y si no fue así, y León Krauze no es a quién se refieren cuando Enrique Krauze habla de un "candidato joven", entonces Enrique Krauze debería tener la honestidad intelectual de decir si su "candidato joven" es Aurelio Nuño (38 años, 40 en 2018), o Ricardo Anaya (37 años, 39 en 2018), ¿O Manuel Velasco? (36 años, 38 en 2018), ya que ninguno de esos candidatos es "joven". Los dos son títeres de partidos políticos con ideas de hace casi un siglo.

Lo que sí le voy a sugerir a Krauze, y a esto se refiere parte del títular de esta columna, es que tenga mucho cuidado con el aplaudidor en cuestión, ya que cuando ya no le sea redituable tenerlo cerca, el aplaudidor lo va a traicionar.

Lo digo por esto: Lo que escribí de mi crítica a Krauze hace varios años, de la cual luego Krauze dijo lo del "rábano por las hojas" no lo escribí porque a mi se me ocurriera hacerlo. Lo escribí porque me lo pidió el aplaudidor en cuestión. Yo me encontraba cenando en el Sanborns de los azulejos con un amigo, Esteban Gutiérrez, cuando recibí una llamada telefónica del susodicho pidiéndome que escribiera algo al respecto. Y no fue la única vez que ocurrió. Varias veces sus comentarios hacia Krauze fueron muy poco amables. Claramente buscaba agredirlo, pero escondiendo la mano. Y no me extrañaría que ataques que hubo contra Krauze en otra revista hubieran tenido un origen similar.

Ésta persona, por cierto, buscaba frenar a como diera lugar a mi amiga @La_War en 2010, luego de que ella exhibiera en Twitter a una... llamémosle "protegida" del aplaudidor, a quien usaba para golpear con textos escritos por él, pero firmados por ella, a empresarios y políticos (costumbre que hasta la fecha mantiene usando a otros para hacer su trabajo sucio de golpeteo). A mi hasta me llamó por teléfono para preguntarme quién era o cómo contactarla, precisamente pidiéndome su teléfono, mismo que le pidió a varias personas más. De ese tamaño era su desesperación por ver a sus planes exhibidos. Pero no le di la información que me pidió. A pesar de que yo tenía el teléfono de @La_War, y él me lo exigía, jamás tuve la deslealtad de dárselo. ¿Para qué? ¿Para que la amenazara o la tratara de sobornar para que dejara de exhibir a su amanuense? No. Yo tenía en ese entonces 4 años de no estar en contacto con @La_War pero de ninguna manera iba yo a ser desleal a ella ni a ayudar a que la agredieran ni a ella ni a nadie. Mucho menos a alguien que yo sabía lo ruin que era. Yo contaba los días para que fueran las elecciones de 2012, finalmente cumplir con mi compromiso moral con la causa de izquierda y alejarme lo más posible de la gente tan deleznable que logró engañar a muchos por haber engañado a López Obrador para tener su aval y presumir ese aval para lograr sus ruindades.

Eventualmente me enteré de que el aplaudidor antes aludido hizo uso de otra de las prácticas de ruindad que son parte de su repertorio; empezó a difundir calumnias sobre @La_War para desacreditarla e intentar impedir que la gente escuchara las verdades que ella decía sobre él y su "protegida". Digo que es parte de su repertorio porque lo mismo hizo contra mi. A una conocida en común le dijo que tenía evidencia de que yo me había vendido a Enrique Peña Nieto lo cual es absolutamente falso y a ti te debe de constar porque blogdeizquierda.com es el único sitio de internet que no titubea para criticar al priismo. Luego, cuando no pudo sostener su calumnia contra  mi inventó otra calumnia. A uno de sus empleados le dijo que yo me había vendido a Josefina Vázquez Mota. Y a otros -incluido cierto Jefe de Gobierno- les ha dicho quién sabe qué cosa para atacarme porque sabe perfectamente que yo sí tengo autoridad moral sobre contenidos en internet. Vamos, existe evidencia que sustenta la posibilidad de que le filtró información a cierto racista que hoy se esconde tras candado en Twitter para que hiciera golpeteo.

Eso es exactamente lo que pasará cuando Krauze ya no le sea útil. Lo van a traicionar. Cuando lo traicionen, espero que Krauze tenga preparada la manera de responder a esa traición, porque si no le cuesta en su imagen ante el público, le costará en términos de negocios.

No hay que perder de vista que antes que nada Krauze es un hombre de negocios. Antes de acusarlo de derechista, o antes de que él mismo alegue que es un "liberal", la realidad es que su primer prioridad es el manejo de sus negocios. Tan es así que cuando Andrés Manuel López Obrador sea presidente de la República en 2018, Krauze seguirá haciendo negocios con el gobierno federal. Pero si Krauze no se aleja de gente traicionera y ruin, como cierto aplaudidor de Peña Nieto, inclusive si la derecha siguiera en el poder sus negocios correrían peligro.

El futuro de México no está en la derecha ni en los independientes, Enrique. Está en Andrés Manuel López Obrador. Tal vez la miopía política de AMLO lo lleve a auto-sabotearse en 2018, no lo descarto. Si sigue en la necedad de no buscar una alianza con el PRD inmediatamente, y si sigue confiándose de su pequeña ventaja sobre Margarita Zavala, AMLO perderá nuevamente con otro fraude a base de billetazos y del pacto que existe entre Peña Nieto y Calderón para intercambiarse la presidencia cada 6 años. Pero si Andrés entra en razón y cuida su candidatura, no habrá manera de impedir que llegue a la presidencia. Cuando eso ocurra, también habrá espacio para ti y otros hombres de negocios como tú en la ecnomía nacional. Desde luego que los habrá. Pero si te enfrascas desde ahora en los insultos vacíós, en llamarlo nuevamente "mesiánico" cuando siempre tuvo contrapesos hasta dentro del PRD, y hoy no podría tener el poder absoluto aunque quisiera por no contar con la mayoría en el Congreso, lo único que logras es que sean los electores de López Obrador los que presionen para que te excluyan.

Como hombre de negocios que eres te pregunto: ¿Qué te conviene más? ¿Apostarle al canto de las sirenas de los que le aplauden a Peña Nieto que lo van a perder todo cuando AMLO sea presidente, o apostarle a la harmonía política a futuro que va a garantizar oportunidades económicas para todos los mexicanos, tanto de izquierda como de derecha?

Si otros no tienen los tamaños para hacerle golpeteo a AMLO firmando con sus nombres es porque saben que te pueden manipular o pueden manipular a otros para tú u otros les hagan el trabajo sucio y así luego poder decir que son grandes amigos de AMLO cuando en realidad siempre lo han traicionado, mientras los que pagan el costo político son los amanuenses. ¿Para qué te conviertes entonces en uno de esos amanuenses? Pierdes más dejándote usar por ellos que buscando lo que todos en política y en los negocios deberían buscar: la tolerancia.

Es de grandes hombres ser tolerante. Es de cobardes y gente ruin el mandar a otros a hacer golpeteo para no dar la cara y luego negarlo todo, como hace el aplaudidor de Peña, quien sin duda te ha inyectado mentiras para manipular tu comportamiento. Se un gran hombre, Enrique. No te hundas en la ruindad de otros que sólo buscan el lucro propio. Eso es lo que al final te abrirá muchas más puertas de las que te estás empezando a cerrar tu mismo ahora al insistir en tus lamentables ataques contra AMLO.

Porque al final, al aplaudidor de Peña jamás lo perdonarán por traidor y estafador. Son muchos los personajes en la izquierda a los que engañó, estafó y agredió a cambio de dinero del PRI. Nisiquiera por ideología, sino sólo por dinero. A ti, en cambio, te aplaudirán en la izquierda cuando tengas el valor moral y la honestidad intelectual de decir "me equivoqué" inclusive sosteniendo tu postura de "liberal."

¿No vale la pena a caso buscar la grandeza por medio de la tolerancia?

PD: Transcribo a continuación el último párrafo de la página 136 del excelente libro de Álvaro Delgado El Amasiato: El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas, publicado por Ediciones Proceso, mismo que recomiendo sin reservas. El párrafo se refiere a un documento interno del PAN que fue leído a los consejeros nacionales del partido en 2009, tras su bochornosa derrota electoral en las elecciones intermedias, y en el cual se explica el por qué de su debacle y las cosas que deben cambiar para que el partido pueda recuperarse. De la lectura del documento existe una grabación a la cual tuvo acceso Álvaro Delgado:

Los panistas, expuso el documento, tienen "falta de sensibilidad y voluntad para acercarnos a los segmentos populares o de menos ingresos", "descalificamos los liderazgos populares", "no se establecen alianzas bajo la premisa de ser pares y recíprocos, los vemos hacia abajo", y "confundimos sensibilidad social con populismo" y, alerta, "los grupos más vulnerables son muy sensibles a la soberbia, los prejuicios, la posición social, etcétera."

El documento elaborado por el PAN se mantuvo en secreto durante años y, desde luego, fue ignorado por el calderonismo y luego por el resto del partido, con la consecuencia de que terminaron en tercer lugar en 2012 y perdieron un millón de votos en 2015 respecto a 2009, cuando ya habían registrado una de sus peores derrotas electorales. ¿Por qué? Porque, en efecto, en su afán de hacer guerra sucia, los panistas confundieron la sensibilidad social de Andrés Manuel López Obrador con populismo. Ese mismo error lo repitió Enrique Peña Nieto, sin duda a instancias de Vicente Fox, en 2015, costándole al PRI una pérdida también de un millón de votos respecto a 2009.

Eso es historia, Enrique Krauze. No es ideología ni es teoría. Son hechos concretos y documentados. Como historiador que eres, deberías aprender de esos hechos concretos y documentados y darte cuenta de que seguir usando el discurso caduco y fallido de guerra sucia del "populismo" no sólo no resulta, sino que aleja a la opinión pública de quien lo usa. Porque, como en el propio partido proclive a tu ideología admitieron desde hace siete años, la gente más vulnerable, que es más del 50% de la población de México, es sensible a la soberbia y a los prejuicios. Pretender seguir enfrascándote el discurso del "caudillismo" y del "populismo" ni va a impedir que AMLO sea presidente ni te va a redituar en un publico más amplio. Al contrario; a los que vas a perder es a los "millennials" que no se tragan el cuento del "populismo" por admisión propia del PAN.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario