martes, 9 de junio de 2015

Si PRD quiere ganar en 2018, chuchos @jesusortegam y @navarretecarlos deben dejar dirigencia

Por Victor Hernández

El PRD le ganó a MORENA en estas elecciones. Tuvo casi un millón de votos más que MORENA a nivel nacional.

Pero el voto de izquierda se dividió, lo cual representa menos dinero del INE para el PRD y menores posibilidades de ganar elecciones que se podrían ganar con alianza de izquierda, como Guerrero.

Si bien MORENA es responsable de que el PRI haya ganado en Guerrero, en 3 delegaciones del DF, y en varias diputaciones -se convirtieron en aliados de lo que dicen repudiar- el PRD es quien puede remediarlo.

Pero para hacerlo, los chuchos tendrán que dejar de manera voluntaria la dirigencia nacional del PRD.

Me refiero a Jesús Ortega, quien es el que de verdad mueve los hilos de Carlos Navarrete en el PRD. Ni Ortega, ni Jesús Zambarno, ni Guadalupe Acosta Naranjo, ni Carlos Navarrete, ni ninguno de sus aliados, puede seguir en la dirigencia del PRD. Se tiene que ir y deben dejar que otra corriente, o una alianza de corrientes del PRD, como proponía Cuauhtémoc Cárdenas, tomen las riendas de la dirigencia.

La razón es 100% por supervivencia. La letanía y guerra sucia de Morena contra el PRD en estas elecciones fue que "es que el PRD firmó el pacto por México". Su otra letanía fue "el PRD chucho."

Pero el PRD no firmó el pacto por México. Lo firmó a título Personal Jesús Zambrano sin la autorización del CEN. Como se recordará, la corriente de René Bejarano se opuso al pacto por México y, de hecho, llamaron a cuentas a Zambrano por haber firmado el pacto sin la autorización del CEN.

Por otro lado, los chuchos son una minoría en el PRD. No se puede echar en el mismo costal a todos los perredistas.

Pero como los fans de Morena no entienden razones y sólo siguen línea como borregos, se creyeron el pretexto de que "los chuchos son el PRD" para atacar y hacer guerra sucia contra un partido que tiene muchos militantes que no tienen nada que ver con los chuchos.

Por lo tanto, si Nueva Izquierda deja la dirigencia del partido, ya no habrá manera de que MORENA tenga pretexto contra el PRD.

Porque en términos de propuestas, PRD y MORENA proponen lo mismo. No hay diferencia entre un partido y otro. La diferencia es la percepción que generó el lopezobradorismo de que el PRD se hizo "aliado" del PRI con el pacto por México y que el PRD es "chucho", cuando ni uno ni otro es el caso.

Se preguntarán Jesús Ortega y sus achichincles "¿Y por qué tenemos que dejar la dirigencia del PRD? ¿Por qué nos convendría económica y políticamente?"

Precisamente por razones políticas y económicas.

ECONÓMICAMENTE: Con la votación que obtuvo el PRD en estas elecciones el presupuesto que recibirán del INE se redujo alrededor de 42%. Ya no tendrán 4 de cada 10 pesos que tenían antes. Eso significa menos dinero para mantener estructura partidista, hacer campañas, etc.

Peor: La estructura partidista que se sostenía con esos 4 pesos que perdieron de cada 10 en esta elección podría irse a MORENA, que ahora tiene esos 4 pesos que perdieron de cada 10.

Así que Jesús Ortega puede seguir controlando a la dirigencia del PRD con la mitad del presupuesto que tenía antes el partido, o puede dejar la dirigencia y obtener más votos y más presupuesto para el partido.

POLÍTICAMENTE: Seamos honestos; no tiene el mismo peso político un partido con 60 curules en la Cámara de Diputados que un partido con más de 100. Si lo que los chuchos lo que buscan es negociaciones, necesitan 100 diputados, no 60.

Ejemplo: Si la reforma energética se votara en diciembre de 2015, con el nuevo Congreso, el PRI la podría aprobar con sus diputados, los del PVEM, los del PANAL y los del PAN, que en conjunto suman dos terceras partes exactamente de acuerdo con el reparto de pluris para cada partido.

Si quisieran aprobar la reforma hacendaria en diciembre de 2015 el PRI no lo podría hacer ni con los diputados del PVEM y del PANAL. Necesitarían 36 diputados del PRD. Y es cuestionable que eso pueda pasar dado lo dividido del voto del PRD en la legislatura pasada respecto a la reforma hacendaria.

Por lo tanto, el PRD no tendría la suficiente fuerza como para poder negociar más presupuesto para el DF, por ejemplo, sin los diputados suficientes para alcanzar la mayoría que el PRI necesita.

Peor: si el PRD sigue perdiendo diputados, MENOS podrá negociar nada en San Lázaro, ya que no tendría nada que ofrecer para negociar.

Y si las cosas siguen como están en 2018, el PRD o queda igual que como está ahora -que en sí es grave- o pierde curules y presupuesto dependiendo de por quién decidan votar los 5.6 millones de votantes perredistas que votan en elección presidencial pero no elección intermedia.

Si la mitad de esos 5.6 millones de votos perredistas se van a MORENA, las cosas siguen igual. Si todos votan por el PRD, el PRD podría duplicar sus diputados y sanforizar a MORENA.

Pero por quién voten esos electores "presidenciales" dependerá de dos factores:

1. De quién postule el PRD para la presidencia. Si es Silvano Aureoles o Miguel Ángel Mancera, la mayoría no votarán por el PRD. Si es Marcelo Ebrard, todos votarán por el PRD.

2. Si los chuchos siguen en la dirigencia del PRD. Si Nueva Izquierda sigue en la dirigencia del PRD, una buena cantidad de electores de izquierda usarán de pretexto el "castigar" a los chuchos para votar por Morena, aunque en realidad lo que estén haciendo es darse un tiro en el pie. Pero si los chuchos no siguen en la dirigencia, entonces ya hay un incentivo para el elector de izquierda para votar por el PRD, puesto que no habrá manera de que Morena les haga guerra sucia.

Sencillo como esto: si los chuchos sueltan la dirigencia del PRD, tienen manera de hacer crecer al partido y, en unos años con más solidez, pueden volver a competir con la dirigencia.

Pero si siguen aferrados a la dirigencia del PRD a costa de perder votos, curules y presupuesto, los chuchos terminarán dirigiendo un chiquipartido que ni le beneficia a ellos ni le beneficia al país.

Y la izquierda seguirá partida en 4 partidos que no tienen suficiente fuerza para ganar una elección presidencial por la ambición vulgar tanto de los chuchos como de Andrés Manuel López Obrador.

PD: Irónicamente, si Marcelo Ebrard no se hubiera ido a Movimiento Ciudadano, el PRD hubiera ganado Guerrero, Milpa Alta, y varias curules que se perdieron por división del voto de izquierda. Pero ni para eso les alcanzó la visión a los chuchos. El PRD sigue siendo el principal partido de izquierda en México. Pero si no dejan la dirigencia, en 2018 quién sabe y lo siga siendo.

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