La versión oficial del director del Metro de la Ciudad de México, Joel Ortega, es que el choque de dos trenes en la estación Oceanía de la Línea 5 es que fue a causa de la velocidad de uno de los trenes y de la lluvia.
Lo cual asume que uno de los trenes iba a una velocidad no recomendable para las condiciones de lluvia de la tarde del 4 de mayo.
Pero hay evidencia que indica que la causa no pudo haber sido la velocidad del tren.
La evidencia es un tuit de la cuenta oficial del Metro de la Ciudad de México publicado a las 14:49 de la tarde, en el cual se afirma que por presencia de lluvia el Metro tendría marcha de seguridad en las líneas 3 y 5.
#AvisoMetro Por presencia de lluvia, se cuenta con #MarchaDeSeguridad en #L3 y 5
— MetroCDMX (@MetroCDMX) Mayo 4, 2015
Marcha de seguridad quiere decir que se reduce la velocidad del tren de 70 a 45 kilómetros por hora bajo cualquier condición de lluvia para evitar que las llantas neumáticas del tren patinen con la superficie de rodamiento y no puedan frenar.
El protocolo de marcha de seguridad se aplica en cualquier condición de lluvia, sea fuerte o una simple llovizna.
Sólo en dos líneas del Metro no se aplica marcha de seguridad por neumáticos: La Línea A y la Línea 12, ya que ambas usan ruedas de metal.
La velocidad de marcha de seguridad se aplica, como dijimos, siempre que hay lluvia. La aplicaron, por ejemplo, ayer 5 de mayo por la tarde cuando empezó a llover y granizar en la Delegación Benito Juárez:
— MetroCDMX (@MetroCDMX) Mayo 5, 2015
La tarde del 4 de mayo, cuando chocaron los trenes en Oceanía, estuvo lloviendo lo suficiente como para establecer marcha de seguridad. El propio Metro lo informó en Twitter.
¿Por qué entonces le tribuyó Joel Ortega el choque en Oceanía a la velocidad si ya tenía más de 3 horas desde que se había aplicado la marcha de seguridad?
Hay más: Los conductores del Metro deben empezar a frenar 75 metros antes de llegar a la estación. Siendo el caso, y con marcha de seguridad por la lluvia, ¿cómo es que la velocidad del tren fue la responsable del choque?
Una de dos: o Joel Ortega mintió, y el problema no fue la velocidad ni la lluvia, sino la falta de mantenimento a la Línea 5, o el conductor del tren no acató la marcha de seguridad o no frenó cuando debió haberlo hecho.
Si fue lo segundo, ¿por qué no lo detectó el Metro? ¿No sabe a qué velocidad van sus trenes?
Y si fue lo primero, Ortega cometió una falta gravísima que lo descalifica para estar al frente del Metro.
En cualquiera de las dos opciones, Ortega debe renunciar o debe ser de plano cesado ante el descontento de la gente de la Ciudad de México con la manera en la que se está manejando toda la operación del Metro.
Peor; ahora la oposición tiene parque para hacerle golpeteo al GDF.
Por lo tanto, lo mejor para la Ciudad de México es que Ortega deje el cargo y así la gente del DF vea que hay disposición para mejorar las cosas, no para dar excusas.
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