Hace unos días el periódico Libre en el Sur dio a conocer que el candidato del PAN a diputado local por el distrito 16 de Benito Juárez, Luis Mendoza Acevedo, pretendió engañar a los vecinos de la delegación Benito Juárez distribuyendo una carta en la que afirma que está estudiando la licenciatura cuando en realidad sólo tiene estudios de secundaria.
"Ahora estudio la licenciatura en Administración Pública", dice la carta que difundió Mendoza.
Pero en ningún lugar en la carta aclara cúando terminó la preparatoria o en qué universidad está "estudiando".
No sólo eso. Cuando yo le eché en cara a la gente de Mendoza que no había terminado la preparatoria, pretendieron justificarlo alegando que Luiz Inácio Lula da Silva y Pepe Mujica tampoco tienen estudios. Como si Mendoza, que es un panista de derecha y tiene acusaciones de haber sido arrestado por posesión de cocaína, se pudiera comparar con los izquierdistas Lula o con Mujica. Pero jamás dijeron que Mendoza estuviera estudiando nada.
Por si fuera poco, Libre en el Sur señala que a pesar de que sólo terminó la secundaria, Jorge Romero le asignó un sueldazo de 91 mil 58 pesos, más alto que el del propio Jefe de Gobierno del DF.
El engaño de Mendoza no termina ahí. En su carta alega que él promovió la remodelación del mercado Nativitas, la construcción del polideportivo en la colonia San Simón y el nuevo Centro de Desarrollo Infantil en la colonia Letrán Valle, así como la instalación de alarmas vecinales.
Sólo que eso es falso. Mendoza tuvo los cargos de secretario particular de Romero y luego lo pusieron de emergencia en el cargo de Sergio Eguren -el que arrestaron en Brasil- como "coordinador de gabinete y proyectos especiales". No por méritos, sino porque no le quedaba otra a Romero ante el arresto de su alfil.
En ambos cargos, Mendoza no tenía atribuciones para promover nada. Se encargaba de estar de correveydile de Romero. Ejemplo de lo anterior es las veces en las que era Mendoza quien salía a quedarse parado atrás de las rejas de la Delegación cuando había protestas y luego informarle a Romero, quien se escondía en su oficina.
Así que a menos de que Mendoza muestre su certificado de la SEP validando que terminó la preparatoria, y a menos de que demuestre que realmente está matriculado en una universidad, Mendoza queda como mentiroso.
Y si le miente a la gente a la que le pide el voto, ¿qué cochinadas no hará en un cargo público?
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