Finalmente salió el peine de por qué el PRI está tan desesperado por no perder las elecciones de junio próximo; Porque está buscando una ley que le permite vender las instalaciones de Pemex y sin mayoría en el congreso no lo podrá hacer. O por lo menos tendría muchas dificultades para hacerlo.
Y es que ayer Reforma dio a conocer -en una nota que debería ser escándalo nacional pero ni en la izquierda le hicieron caso- que Pemex está literalmente buscando vender los activos de Pemex a privados. Es decir, las plantas, ductos, plataformas, pozos, embarcaciones y demás infraestructura de Pemex.
Para dorarle la píldora a la opinión pública, Pemex alegó que bueno, es que Pemex se va a quedar con un porcentaje. Pero ese porcentaje sería mínimo y reduciría de manera drástica las ganancias del petróleo que se supone que es de la nación.
El detalle es que para poder hacer eso, el gobierno priista de Peña Nieto requiere de un esquema conocido como Master Limited Partnership o MLP, para el cual no hay regulación en México.
Reforma cita a expertos en la materia que señalan que los MLP son parecidos a las llamadas "Fibras" mexicanas, y que operan de manera similar, pero que para poder operar las MLPs "sería necesaria una nueva regulación."
Esa es la verdadera razón por la cual el PRI está tan desesperado por el desplome en su preferencia electoral. Porque sabe que mientras menos votos tenga, y más votos tenga la oposición, gracias a las plurinominales la configuración de la Cámara de Diputados no le dará al PRI la mayoría.
Sin la mayoría en San Lázar, el PRI no podría tener la regulación que le permita vender a Pemex por medio de las MLPs. O por lo menos le tendría pagar facturas muy caras al PAN para que una vez más hagan amasiato para terminar de privatizar a Pemex.
Así que le pueden decir a todo el mundo que si gana el PRI venderán Pemex.
Peor: los beneficiados podrían ser los de siempre; los amigos de Peña Nieto y de Salinas.
Con todas las de la ley, el PRI se convirtió en un peligro para México.
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