miércoles, 8 de abril de 2015

¿No que no se vendería ni un tornillo de Pemex?; EPN y el PRI buscan vender sus instalaciones

Por Victor Hernández

El gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto pretende vender activos de Pemex, los cuales incluyen instalaciones, maquinaria, infraestructura, etc, finalizando de esa forma la privatización del sector energético.

De acuerdo con Reforma, el esquema que busca Pemex es vender los activos a privados a cambio de formar una sociedad para que opere la infraestructura.

En otras palabras, Pemex ya no sería de los mexicanos, sino de privados que sólo compartirían con Pemex la operación de Pemex.

Reforma señala que Mario Beauregard, director de finanzas de Pemex, admitió que con este esquema Pemex sólo sería accionista de lo que antes era una empresa de la nación.

Peor aún; Pemex sólo se quedaría con una participación mínima, por lo cual ni el petróleo ni Pemex serían de los mexicanos, sino de empresas privadas, incluyendo trasnacionales.

El gobierno priista pretendió dorarle la píldora a la opinión pública alegando que bajo este esquema Pemex por lo menos se queda con un porcentaje de su propia infraestructura, pero omitió mencionar que sin la reforma energética privatizadora de Enrique Peña Nieto nunca hubiera sido necesario vender absolutamente nada de Pemex.

De hecho, lo que propone Pemex muestra que el gobierno priista le mintió al pueblo de México, ya que en 2013 el titular de la Sener, Pedro Joaquín Coldwell, alegó que no se vendería "ni un tornillo de Pemex." Esto es lo que publicó al respecto Notimex y se reprodujo en toda la prensa:

El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, aseguró que "no se venderá ni un solo tornillo" de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) , como parte de la reforma energética prevista para la segunda mitad del presente año.

Pero ahora el gobierno priista no confirma que sí quieren vender no un tornillo, sino TODA Pemex a privados.

Eso se llama privatización y en nada beneficia a México, ya que si Pemex sólo es dueño de un porcentaje mínimo de su infraestructura, la ganancia para el país también será mínima.

Es ni más ni menos que el robo del siglo del PRI a los mexicanos.

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