El viernes pasado, de acuerdo con Reforma, el titular de la PGR Jesús Murillo Karam dijo a senadores del PRI en una reunión que María de los Ángeles Pineda, esposa de José Luis Abarca, es la verdadera jefa del cártel de los Guerreros Unidos, y que Abarca es el número dos.
Que porque "hicimos una investigación que llegó hasta penales de Estados Unidos, donde logramos obtener testimonios que la ligan directa y claramete con el manejo de la banda de Guerreros Undos, que vinculaban al padre, la madre y los dos hermanos", dijo Murillo Karam.
¿Entonces por qué nunca la habían investigado hasta ahora?
Vamos, René Bejarano le dijo en persona a Murillo Karam en octubre de 2013 que Abarca estaba acusado de haber asesinado a un activista en Guerrero. Pero Murillo no quiso investigar a pesar de que era público que la familia de María de los Ángeles Pineda estaba ligada a los Beltrán Leyva.
Tampoco quiso investigar Migel Ángel Osorio Chong cuando Bejarano también le dijo en persona sobre las acusaciones contra Abarca.
Murillo Karam tampoco hizo consignar a Abarca durante 9 meses, de enero a septiembre de 2014, a pesar de que la Fiscalía de Guerrero le solicitó varias veces que lo consignara por crimen organizado.
No lo hizo, desde luego, porque Abarca era integrante de Nueva Izquierda y el PRI quería que Nueva Izquierda se quedara nuevamente con la dirigencia nacional del PRD, ya que los chuchos han sido la única corriente perredista que ha querido abiertamente ser sus comparsas desde que inició el sexenio. Los demás, particularmente IDN, de René Bejarano, se han negado.
Y ahora de repente la PGR ya se dio cuenta de que María de los Ángeles Pineda y Abarca eran los líderes de Guerreros Unidos.
Entonces lo que está admitiendo Murillo es que durante meses encubrió a narcotraficantes porque le convenía políticamente al PRI.
Lo mismo que ha pasado en Michoacán. El PRI se hizo de la vista gorda con el narco mientras le convino políticamente. Y lo sigue haciendo, desde luego, porque ahora no quiere que haya autodefensas en Guerrero.
Ahí tienen una razón más para no votar ni por el PRI ni por el PVEM. La izquierda, aunque tenga desafortunadamente en sus filas a los chuchos, también tiene a muchos enemigos de los chuchos que han sido los que han denunciado lo que está mal en partido.
Esa es la diferencia entre el PRI y la izquierda. En la izquierda cuando se detectan errores, se corrigen. En el PRI se solapan y se les busca dar impunidad.
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