lunes, 19 de enero de 2015

Chapulines Ciro Gómez Leyva y Pablo Hiriart, en ridículo por publicar chismes balines de Osorio y Zambrano

Por Victor Hernández

El día de hoy se publicaron dos notas en dos diarios distintos que a primera vista parecían muy escandalosas, pero que al final resultaron ser chismes balines.

La primera fue la versión que publicó Ciro Gómez Leyva, quien chapulineó de Milenio a El Universal, en la cual afirmó que el titular de Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, le presentó su renuncia a Enrique Peña Nieto el diciembre pasado.

La columna con esa versión, lambiscona y claramente besamanos de Osorio, evidentemente buscaba llamar la atención al hecho de que Ciro ahora chambea en El Universal. Por eso el periódico de tendencia priista, propiedad de Juan Francisco Ealy Ortiz, anunció la columna de manera prominente en la página principal de su sitio de internet. Lo anunció también de manera prominente en la parte de arriba de su primera plana de la versión impresa del diario.


Pero resultó ser chisme balín. Después de medio día, el propio Osorio Chong desmintió la versión en un evento en Puebla.

¡Qué oso! El notón con el que Ciro pretendía empezar su chapulineo en El Universal resultó un chisme desmentido por el propio Osorio.

El otro supuesto "notón" que resultó chisme balín fue el que publicó en primera plana y a 8 columnas El Financiero; que supuestamente José Luis Abarca le había dado 2 millones de pesos por su candidatura a la alcaldía de Iguala a Jesús Zambrano.


Esa nota se basa en una declaración de un tercero -y de pilón anónimo- que dice que Abarca le dijo eso. Pero el diario nunca confirmó la versión preguntándole directamente a Abarca si era verdad.

Sin confirmación de Abarca, es imposible tomar en serio una declaración de un anónimo. Ningún periódico serio hubiera publicado tal cosa como nota verídica. Mucho menos en primera plana y a 8 columnas.

¿Por qué publicó eso El Financiero? Pues porque su nuevo director de información política es el salinista Pablo Hiriart, quien chapulineara de La Crónica de Hoy (el Salinas News) a La Razón (el Salinas News 2.0) y de ahí a El Financiero.

Jesús Zambrano desde luego desmintió esa versión. De hecho, envió la siguiente carta a El Financiero para desmentir su chisme sin confirmación de Abarca, en la cual se queja con justa razón que el diario no presenta prueba alguna de los supuestos dichos de Abarca:



Pablo Hiriart pretendió justificar su chisme balín diciendo en un programa de radio que es irresponsable que Zambrano pida los nombres de las fuentes en las que se basa el chisme porque si revela sus nombres van a matarlos como mataron Justino Carbajal y Arturo Hernández Cardona, activistas asesinados por Abarca.

Que porque todavía existen los Guerreros Unidos, dijo.

Pero la excusa de Hiriart es igual de balín que el chisme que publicó.

Primero porque a los dos activistas que menciona Hiriart no los mataron por balconear a Abarca. Los mataron porque le hicieron protestas a Abarca.

Si a los que balconean a Abarca los mataran simplemente por balconearlo, hace mucho que hubieran matado a René Bejarano, quien fue el que denunció públicamente las acusaciones de asesinato contra Abarca.

Así que eso que dice Hiriart de que no dice las fuentes para que no los maten es falso.

En segundo lugar, si los Guerreros Unidos existen es por culpa de Enrique Peña Nieto, ya que la delincuencia organizada es un delito federal.

Pero al margen de eso, el hecho concreto es que Hiriart publicó como hecho confirmado un chisme de terceros que no fue corroborado por Abarca.

Uno supone que Hiriart lo hizo, como Ciro Gómez Leyva, también para llamar la atención y buscar que la gente volteara a ver al medio a donde chapulinearon.

En realidad lo único que lograron fue restarles credibilidad a los medios en los que publican.

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