lunes, 29 de diciembre de 2014

EU perderá empleos e ingreso por caída del petróleo; No van a invertir en México

Por Victor Hernández

El New York Times publicó el viernes pasado que los principales estados productores de petróleo y gas en Estados Unidos perderán empleos e ingreso, y podrían disminuir su producción debido al desplome del precio del petróleo.

Texas, por ejemplo, la capital petrolera de Estados Unidos, recortará 324 empleos en el Golfo de México esta semana. La cifra se suma a 2 mil 300 empleos que Texas ya recortó de octubre a noviembre.

Louisiana, además, tuvo que eliminar 162 plazas vacantes en el gobierno estatal debido a que los ingresos estatales, los cuales dependen principalmente de los impuestos por el petróleo, se desplomaron con la caída de los petroprecios. También tendrá que congelar el gasto para viáticos y viajes para todas sus agencias de gobierno, así como reducir los contratos con empresas privadas.

Y Alaska, donde el 90% de la economía depende del petróleo, tendrá que recortar el presupuesto para puentes y carreteras a la mitad.

Eso con precios de poco menos de 60 dólares para el petróleo West Texas.

Siendo el caso, ¿por qué querría invertir cualquier empresa petrolera en México, donde el petróleo más rentable -el de aguas someras- se cotiza en poco más de 48 dólares el barril?

Especialmente si consideramos que la producción de hidrocarburos en Louisiana no se reducirá, segpun señala el NYT, pero sí se empezaron a recortar las actividades de exploración y perforforación en ese Estado, en donde operan algunas de las trasnacionales petroleras más grandes del mundo como British Petroleum.

De operar en México, la ganancia para las trasnacionales extrayendo petróleo en aguas someras sería de apenas 21 dólares por barril en contratos de rentas compartida por 50% de la ganancia. En casos de producción compartida la ganancia sería menor, ya que además tendrían que pagar por transporte. Tendrían más ganancia operando en Estados Unidos.

Esto garantizaría que las trasnacionales petroleras no vean a México como un lugar atractivo para explotar el petróleo y el gas. Máxime si la OPEP continúa con la presión para que Estados Unidos reduzca su producción de shale.

Lo hemos dicho antes. Extraer petróleo de shale cuesta 45 dólares el barril. Si lo que quiere la OPEP es obligar a Estados Unidos a que reduzca su producción de shale, tendrá que seguir provocando que caigan los precios del petróleo hasta que el West Texas cueste 45 dólares.

El problema es que el petróleo mexicano se cotiza de 8 a 10 dólares más barato que West Texas, lo cual implicaría que el petróleo mexicano caería a 35 o 37 dólares por barril.

Siendo el caso, las trasnacionales sólo podrían tener una ganancia de alrededor de 15 dólares por barril en aguas someras con contratos de renta compartida. Muy poca ganancia si se considera que EU también tiene petróleo en el Golfo de México.

Esto apunta a que el plan de Enrique Peña Nieto para privatizar Pemex fracasará por lo menos durante 2015, y está por verse si funcionaría en 2016, ya que el interés de las trasnacionales en venir a México depende casi exclusivamente del precio del petróleo, el cual no tiene para cuándo recuperarse.

Si Peña Nieto pensó que privatizando Pemex se iba el PRI a mantener en el poder, el mercado del petróleo le está revirando que se equivocó.

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