La PGR tuvo una semana declarando al alcalde priista de Cocula, César Peñaloza, dizque para acusarlo de delincuencia organizada.
Pero al final, la investigación estuvo tan mal hecha que un juez federal no aceptó el cargo de delincuencia organizada y ordenó su liberación.
Esto a pesar de que fue la policía de Cocula la que se llevó a los normalistas de Ayotzinapa y a pesar de que le jefe de la policía municipal sabía que el narco era el que controlaba a los agentes municipales.
¿Cómo es entonces que la PGR no le pudo encontrar suficiente información a Peñaloza Santana para que lo encarcelaran?
Pues porque la intención del gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto nunca fue encarcelar a Peñaloza precisamente porque es priista. Su intención fue taparle el ojo al macho luego de que ya lo habían dejado ir una vez completamente impune en el marco de las investigaciones por el caso Ayotzinapa.
La comparecencia de Peñaloza ante la PGR, por lo tanto, no era más que un show para los medios y para no tener que encarcelar a un priista a pesar de que los principales responsables por omisión en el caso Ayotzinapa son precisamente los priistas.
Que no se haga el ofendido entonces Jesús Murillo Karam cuando le dicen que es un inepto y que renuncie. Porque el caso de Peñaloza lo que tiene es el tufo a impunidad y tapadera tan característico del PRI.
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