La versión que corre fuerte en los pasillos de la Bolsa Mexicana de Valores es que la renuncia de su actual titular, el priista Luis Téllez, es parte de una cuidadosa estrategia para reemplazar a Luis Videgaray en la Secretaría de Hacienda.
Esto es lo que se dice en la BMV:
De acuerdo con esa versión, Téllez renunciará el primero de enero de 2015 supuestamente para enfocarse en el Fondo Mexicano del Petróleo, luego de lo cual, unos meses después, sustituiría a Luis Videgaray en la Secretaría de Hacieda.
La versión indica que Enrique Peña Nieto está presionando mucho para que haya crecimiento económico en el país luego de dos años de ajustes a la baja del PIB. Desde luego, es imposible de origen que eso ocurra debido a que su modelo económico neoliberal no genera crecimiento.
Pero al parecer los ojos ya están puestos en Videgaray por la falta de crecimiento, así que Téllez, dice la versión, sería quien reemplazaría a Videgaray en un intento desesperado para que haya crecimiento económico.
Sin embargo, esto se tendría que hacer despacio, ya que un golpe de timón de ese tamaño lo único que haría sería confirmar que la economía mexicana en efecto se está huindiendo, o en el mejor de los casos, se está estancando, como han señalado diversos analistas.
Tampoco puede hacerse el cambio antes de las elecciones ya que enviaría un mensaje de debilidad al electorado, que ya de por sí está molesto por los aumentos de impuestos, la falta de empleo y los gasolinazos.
Así que lo que se espera es que Téllez deje la BMV en enero y tome el Fondo Mexicano del Petróleo, pero una vez pasadas las elecciones de 2015 reemplazaría a Videgaray probablemente usando la debacle electoral que tendrá el PRI en 2015 como excusa.
De confirmarse esta versión, la cual es aún un rumor, todos los lambisconazos que ya le prendían veladoras a Videgaray tendrían que buscar otro a quien lambisconearle, ya que Téllez no sería presidenciable.
Los ojos del tapadismo y el dedazo priista, por lo tanto, estarían enfocados en Miguel Ángel Osorio Chong, quien llegaría a 2018 completamente desgastado por la crisis de inseguridad que provocó Peña Nieto al continuar con la misma estrategia fallida de guerra contra el narco de Felipe Calderón, y por los pactos del PRI con el narco.
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