jueves, 17 de abril de 2014

La construcción social del miedo , prólogo de @sladogna

Presentó aquí un reportaje efectuado en Argentina  a Rossana Reguillo, investigadora de la Universidad de Guadalajara. Ella investiga un tema dramático y muy importante: la construcción social del miedo y la violencia en las ciudades latianoamericanas.  Es muy interesante el reportaje, su final, quizás debido al método del reportaje, es un poco más que fallido pues se formula una igualdad que desconcierta, genera confusión para ser suaves.

En México a diferencia de Argentina no suelen conocerse los nombres y apellidos de las personas que "aparecen muertas" a consecuencias de ejecuciones del narco o del ejército, la marina, la policia federal...; son personas muertas en el marco de la llamada guerra al "narcotráfico/nacotráfico" -solo en el gobierno del Lic.E.Peña Nieto van más de 1700 ejecuciones y muchos más desapariciones, así hace dos semanas ocurrió una masacre en Tamaulipas personas, no suelen aparecer nombres y apellidos, la información solo circuló por redes sociales, pocas veces son identificados los cadaveres.


 Indicar la necesidad de identificar a las personas muertas es una forma de darles dignidad humana a sus muertes, solo que eso es algo muy distinto a reflotar lo que fue una vieja practica de los gobiernos dictaroriales de Argentina y Uruguay para solo citar dos casos: a los Tupamaros se los llegó a denominar los "innombrables", en Argentina se hablaba de "subersivos", es decir, sostener que al no usar palabras descriptivas del estado en el cuerpo de una persona es localizada "entambado": encontrado o localizado dentro de un tambor; "encajuelado": se lo encontró dentro del baúl de un coche; considerar que dejar de usar esos términos dejará de provocar miedo es un poco más que apresurado.

A eso se le suma que en el reportaje colocan como semejante a esas palabras  un término "ejecutómetro" creado por el duo polio mediático de México -solo hay 2 empresas de TV que controlan todas las transmisiones de un país de 120 millones de habitantes-, así los mexicanos respecto de la TV dicen con claridad cual es la opción "O te chingas o te jodes", "si ves Televisa te chingas, si ves Canal 13 te jodes". Es una lastima que la entrevista deje de lado ampliar los horizontes interesantes de una investigadora sobre un tema tan delicado como el "sicariato" o "la construcción social del miedo". Añado al tema un elemento: no hay miedo fuera de la sociedad donde X o Y tienen miedo; "todo" miedo es social de entrada, el miedo no anda en burro solo aparece en los marcos de una sociedad, no hay miedo fuera de la sociedad.

Lo nuevo hoy es una máquina rotativa de producir miedo: los medios y la escalada capitalista de acumulación primitiva desplegada por el narcotráfico junto a la complicidad de los políticos, las fuerzas de seguridad y la debilidad del Estado para ejercer el monopolio de la violencia, en Argentina y en México se le suma un hecho extraño y novedoso: la pasividad de la llamada ciudadania ante estos hechos, salvo la excepción de siempre las madres como por ejemplo, las madres de Ciudad Juárez, México o las actividades de quien fuera poeta Javier Sicilia -dejó la poesia, la escritura, a partir de que su hijo ejecutado y apareciói encajuelado.

 Los "sicarios" : "Matones ocasionales con declaraciones muy fantasiosas, que se contradicen"

Lo aseguró a Infojus Noticias la mexicana Rossana Reguillo, doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara: investiga la construcción social del miedo y la violencia urbana. La especialista vio ayer el programa PPT, que emitió un informe en el que el periodista entrevistó a dos supuestos killers rosarinos. "Son matones ocasionales con declaraciones muy fantasiosas, que se contradicen", agregó Reguillo.



Por Matías Máximo

En el programa "Periodismo Para Todos", que se emite por Canal 13, Argentina, se mostró anoche un informe periodístico sobre el narcotráfico en el país. Como parte de la investigación, Jorge Lanata- un periodista algo peor  que cualquier formador de opinión del Canal de las Estrellas del Estiércol- entrevistó a dos hombres a los que presentó como "sicarios rosarinos" (Rosario capital de Santa Fé, Argentina, ciudad apodada en el siglo pasado como "la little Chicago") . No se les veía las caras y sus voces estaban distorsionadas. El periodista les preguntó "cuánto cobraban" y "de qué manera mataban". Rossana Reguillo está de paso en el país y vio el informe. Es doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Aborda temas como la construcción social del miedo y la violencia en las ciudades latinoamericanas. "Es duro presentar informes de televisión como si fueran documentos jurídicos, los medios no pueden seguir actuando como fiscalías irresponsables. Por eso no se vale jugar con el miedo", le dijo a Infojus Noticias.

Reguillo vino a la Argentina para dar un curso sobre "Análisis sociocultural del poder" en el Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES), de la Universidad de San Martín. Además, participó en dos mesas del Encuentro Federal de la Palabra, sobre violencia y periodismo. Hoy Infojus Noticias la entrevistó. Y el primer tema que surgió fue el informe de "Periodismo para Todos". Anoche Reguillo quedó asombrada cuando encendió el televisor y se encontró con el programa de Lanata y los "sicarios rosarinos".

¿Qué le parecieron los testimonios de los sicarios entrevistados?

Me parece ligero el manejo, por decirlo de una manera suave, de un tema tan delicado para América Latina. Estoy pensando en el caso especial de México y Colombia. Creo que estos señores se contradicen durante la entrevista y no aportan al estudio de un fenómeno muy violento. Sumado a la música trágica que de pronto sube de volumen y las imágenes de las motos que acompañan las pausas. Transmiten la sensación de que estamos en los momentos más terribles de la Medellín de finales del siglo XX. Los patrones de lo que dicen no responden a la figura de un sicario: en todo caso serán unos matones ocasionales. Sus declaraciones me parecen muy fantasiosas: uno dice que tiene una agencia de autos y que, a la par, es sicario por dinero y no por poder. Para los sicarios el respeto de asesinar tiene todo un valor simbólico.

¿Cuál es el camino de los medios para no aportar violencia?

Las primeras veces que vine a la Argentina, hace ya muchos años, aprendí la diferencia entre grados Celsius y sensación térmica, ya que siempre me muero de frío. Con la experiencia de la violencia pasa algo similar: una cosa es decir diez muertos, dos secuestros y 35 extorsiones y otra es la sensación que eso genera. Si generas un clima donde habla un asesino, con una música catastrófica, baja la sensación térmica: aunque tengas 18 grados la gente va a experimentar menos cinco. Con eso hay que tener mucho cuidado, ya estamos frente a la seguridad de la gente en sus vidas cotidianas. Los que miran el programa se van a despertar a la mañana y tendrán que mandar a los chicos al colegio. Por eso no se vale jugar con el miedo. Es duro presentar informes de televisión como si fueran documentos jurídicos, los medios no pueden seguir actuando como fiscalías irresponsables.

¿Cómo es un sicario?

En términos generales el sicario es un soldado a sueldo. No es un soldado al que se le paga por matar a una persona, sino que forma parte de una organización y se lo usa en distintos terrenos. En América Latina el sicariato es una estrategia militar sumamente cuidada, muy compleja y simbolizada que tiene varios escalones. El narcotráfico no opera contratando gente de la que no se sabe si puedes confiar o no. Y la vida promedio que tienen es de tres años, ya que los grupos rivales son tremendos, por eso duran tres años o cinco a lo sumo. El sicario puede mantenerse en el mismo puesto con esa vida útil de sicario o ascender a lo que se llama "estaca", que es aquel que va llega a una ciudad para abrir un nuevo punto narco. Ellos son de los más despiadados y al mismo tiempo resultan estrategas políticos. Su trabajo no es solo matar: es torturar, sacar información y dejar una marca particular. Se les usa para muertes ejemplarizantes.

Los sicarios son el resultado de una burocracia de lo narco ¿Cree que en Argentina se dan esos patrones?

Lo que veo es el aumento de la delincuencia común, como lo son robos, secuestros y asesinatos, pero eso me parece que tiene que ver con una realidad global. Creo que están lejos de una cultura narco como existe en países como México, donde incluso se usa por estos días un lenguaje al que yo llamo "narcoñol", que es la mezcla entre español y narco. Hay verbos como sicariar que están muy instalados y son muy serios pero no hay escapatoria para mencionarlo de otra forma.

Las muertes están y hay que informarlas, pero ¿cómo evitar transformar al periodismo en una máquina de miedo?

Hay avances en el caso mexicano. Por ejemplo se dejó de usar la palabra "ejecutómetro" en la prensa, que se usaba para dar lugar a las muertes violentas del narcotráfico. También se dejaron de lado las palabras "encajuelado, entambado o encabijado", que son las distintas formas en que los sicarios entregan los cuerpos. Estos términos son muy dolorosos. Aprender a nombrar a la víctima por su nombre es también saber nombrar a los victimarios, ya que no todos los perpetradores son sicarios. El sicariato opera como un síntoma del deterioro de la seguridad y me parece que esa descomposición está lejos de surgir aquí. Debemos tener responsabilidad y madurez para tratar la cuestión de fondo y no forzar las palabras para construir una alarma mayor de la que ya está experimentando la sociedad.

blogspot.Pájero Rojo


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